En una dimensión diferente

Bienvenidos a esta otra dimensión, donde las ideas y los pensamientos, van de la mano de experiencias vividas e historias de una ficción, de lo mas real.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Amelie

Hace 3 años Avril participó en el proyecto audiovisual universitario de unos amigos, aquí os dejo el trabajazo que realizaron, y la paciencia infinita que tuvieron para trabajar con una niña de 4 años que hacia de una de 6-8 años.

Espero que os guste.


martes, 2 de octubre de 2018

La alargada sombra de la Tormenta

A la mañana siguiente todo estaba en calma, ya se sabe que después de la tormenta… me asome a la ventana y vi el rio que había subido considerablemente de caudal y al otro lado el balneario, rodeado de los arboles habituales, que habían perdido casi todas sus hojas a causa del otoño y del severo azote que había supuesto el agua torrencial de la lluvia.

El paisaje que se dibujaba era entre bucólico y tristón, con los rayos de sol incipiente de primeras horas de la mañana, que asomaban por entre los restos de las nubes que incidían lateralmente en los enormes acristalamientos de la bóveda del hall principal del balneario.

El suelo bajo los árboles y alrededores del balneario, era una balsa húmeda de hoja de platanero, de entre marrones, verdes y amarillentos, que parecían tejer una alfombra persa de motivo otoñal.

Me senté a desayunar en la parte de madera de la encimera de la isla de mi rustica cocina, cogí la taza de café y me dispuse a leer en el móvil las noticias que me ofrecía mi cuenta de Twitter, no obstante no me podía quitar de la cabeza el sueño/pesadilla que había tenido, y pese a no encontrar en casa ningún indicio de que hubiera sido real lo de la noche anterior, tenía la sensación de que algo estaba pasando en el balneario.

El balneario ofrecía a parte de los servicios de un negocio de este tipo, un ala del enorme edificio estaba destinado como residencia de ancianos, eso si, no apta para todos los bolsillos, dijéramos que era de alto standing, ya que incluía los servicios completos del balneario a parte de los normales de una residencia de este tipo. Dicha información la obtuve gracias a la relación amistosa que tuve tiempo atrás con el historiador y filántropo, John Appledown, al cual tuve el gusto de conocer y entablar dicha amistad, en una cena organizada por ayuntamiento en el museo de cerámica antigua de la ciudad.

El señor Appledown, era un simpático anciano inglés, que había decidido pasar sus últimos días en nuestra tierra, por el buen tiempo y la proximidad de mar y montaña de nuestro pueblo, y el cual había encontrado en la residencia del balneario, un hogar ideal para tal fin.

Nuestra amistad comenzó en aquella cena en una charla que mantuvimos a consecuencia de los cambios políticos, que en aquel momento se  estaban produciendo en toda Europa y como esto había afectado a la cultura en general y la libertad de expresión en particular. Tras aquella noche era raro que no quedáramos a menudo para charlar y arreglar el mundo a nuestra manera, tras una taza de café en mi caso y de te en el suyo, en mi casa, en la encimera de madera que tanto le gustaba.

Appledown nos abandono 3 años después de habernos conocido, pero en los últimos encuentros que mantuvimos, ya me dejo datos sobre algo que le chirriaba dentro del funcionamiento del balneario, a lo cual yo no había dado mucha importancia, hasta la noche anterior.

No sé si fue mi subconsciente el que en una noche de tormenta como aquella, hizo que relacionara lo desapacible de la noche con la información que había tenido almacenada en mi cabeza sin haberle hecho mucho caso, o verdaderamente vi algo que luego se mezclo con el sueño que había tenido la noche anterior.

Cuando termine de desayunar cogí mi libreta de apuntes y comencé a apuntar los datos que recordaba del sueño por un lado, y después tratar de relacionarlo con lo que Appledown me había comentado.
Los hechos relacionados me daban como conclusiones 3 datos claros, ancianos desaparecidos en extrañas circunstancias, siempre de un poder adquisitivo alto y siempre durante tormentas.

Con estos datos en mi mente me fui a dar una paseo y tratar de entrar en el balneario para poder hablar con alguno de los huéspedes, a ver si alguno de ellos había visto algo raro la noche anterior y posteriormente miraría a ver si  encontraba algún indicio de algo en los exteriores del balneario que apuntara a ver si verdaderamente pasaba algo en el balneario o simplemente eran elucubraciones mías y locuras de un anciano al filo de la muerte.

Salí de casa y me encamine calle abajo en busca del puente sobre el rio Jaleon, el puente más próximo a mi casa que me permitiría cruzar al otro lado del rio y así dirigirme al balneario, casi un kilómetro me separaba del puente y a medio camino, alguien se tropezó conmigo, propinándome un empujón por la espalda, me gire rápidamente y no vi a nadie a primera vista, hasta que no bajé la mirada y vi a un pequeño de unos 10 años que se había tropezado conmigo por ir mirando hacia donde no debía mientras se dirigía a su casa, según me comento al pedirme disculpas.

Entonces en esos breves momentos tuve un flashback y lo reconocí, era uno de los niños que la noche anterior, vi huir despavoridos, era el niño del paraguas, entonces sin pensármelo dos veces le pregunte:

- Perdona ¿de qué huíais anoche tú y tus amigos?-.

 El niño se quedó pálido, y en un primer momento negando con la cabeza dio unos pasos hacia detrás, pero yo insistí:

 - No te preocupes, no diré nada a nadie, pero os vi correr desde la ventana de mi casa, la cual le señale, y me intrigo mucho que huyerais de esa manera, ya que se veía a leguas que no era por la lluvia-.

Entonces le niño reacción y articuló palabra:

- Algo malo, vimos algo muy malo y nos asusto, por que el también nos vio a nosotros-.

Me quede callado y pensativo durante unos segundos, ya que según cual fuera mi próxima pregunta, podía hacer que el niño se sintiera incomodo y se fuera sin explicarme lo que les ocurrió.

 –¿A quien o que visteis exactamente para que unos chicos tan valientes como vosotros salierais huyendo?-.

Y entonces la respuesta del niño me dejó petrificado.

– Vimos un demonio que se estaba comiendo algo, un animal o una persona y cuando nos vio de un salto cruzo el rio y con un grito nos ahuyento, no le veíamos la cara pero si unos enormes ojos rojos brillantes, y con esto como para no salir corriendo, pese a ser súper valientes señor!!-.

Le di las gracias al niño por la información y él se volvió a disculpar por el choque y cada uno seguimos nuestro camino.

Crucé el puente y me encaminé hacia el balneario, lo que el niño me explico me tenia descolocado, pero seguro que tenía una explicación, aunque fuera más oscura que el carbón, más oscura que mi sueño, pero que pronto seguramente tendría luz, sobre tanto misterio y oscuridad. 

Conjeturas de una discusión en espiral

Cuando de pequeñito los inputs que recibías de tu familia de según qué temas iban en una dirección y ahora cuando ya te has formado una idea de esos temas como persona adulta te dicen y te discuten argumentando con razones totalmente contrarias y de un rancio que atufa a kilómetros de distancia, es como para que te estalle la cabeza.

Me indigna, me subleva y pierdo la razón, por las formas y el tono de mi discusión, cuando intento expresar mi postura, mis ideas al respecto. Porque no me permiten pensar lo ágilmente que sería necesario para rebatir punto por punto la serie de tonterías que a nuestros mayores les han metido en la cabeza los medios manipulados que oyen y ven, con la tontería del neopatriotismo que nunca antes ellos habían sentido por razones obvias, 40 años de represión, pero que ahora se lo venden como si fuera algo bueno contra el independentismo.

No pienso discutir mas de estos temas, allá cada uno, ya se lo encontraran de una forma u otra, como diría aquel “que disfruten lo votado”. Cada uno es libre de caerse tantas veces como quiera siempre y cuando tengas la capacidad de levantarte cada vez, pues lo mismo es equivocarse.
En cuanto a mis ideales, en si no son del todo míos, propios, si no los que me han ido inculcando y los que me he ido formando en los años de vida, desde la adolescencia hasta ahora, con lo que he vivido y convivido,  y con los que ahora que tengo capacidad de decidir voy a ser consecuente y tendré que ceder algunas veces, pero siempre comprendiendo que no hay mejor manera de cambiar algo, si no es incidiendo en ello desde dentro.

Pero debo cambiar mi perdida de papeles a la hora de expresar algo, por un discurso tranquilo y sosegado, sin sentirme atacado por tanta deriva contraria a lo inicialmente planteado.
Huyo de los patriotismos, banderas y hooliganismos de pandereta, solo defiendo lo que es la gente en si, lo que la vida nos da, lo bueno, el ser feliz con lo que se tiene y no con lo que se podría tener, no necesito aparentar lo que no soy, ni me avergüenzo de lo que hasta ahora he sido y sobre todo me da igual lo que piensen de mi, siempre y cuando sea con respeto, aunque no podre evitar pensar que a veces algunos puedan estar equivocados, pero en su ignorancia llevan su penitencia.

Espero no perder nunca la capacidad de analizar lo que me rodea, y dar mi opinión sin ser un altavoz manipulado por nadie y sobre todo espero algún día poder incidir en ello para cambiar lo que no me guste, lo que no sea justo, alguno podría decir que para hacer eso me metiera en política, pero si lo ves con perspectiva, donde hay tantos intereses, es muy difícil cambiar nada y si se hace es tras un muy largo camino.

En definitiva, ayer fue 1 de Octubre, día en que a los catalanes, por querer votar, nos pegaron, insultaron y nos denigraron como ciudadanos de 2da, y encima no puedes decir ciertas cosas porque por parte de mucha gente no se entiende que puedas pensar que algo te parezca bien o mal si tiene tufillo a catalanismo, todo sigue igual por mucho que se discuta, o peor, unos manifestándose por lo que fue que no fue y por lo que se sufrió y otros, riéndose del dolor y en medio los que solo queremos vivir en paz, teniendo al menos lo que antes teníamos, que era dignidad y sin más aspavientos, ni florituras, mientras tanto la derecha de uno y otro lado siguen tirándonos como armas arrojadizas, hasta que los que verdaderamente quieren una república a todos sus efectos se den cuenta que con la derecha, sea o no independentista no se logrará y con la derecha unionista, solo habrá más dolor y mas fascismo en la calle.


Así que todo sigue igual después de esta discusión en espiral, de la que nos será muy difícil salir si no se dialoga pero con dos dedos de frente y pensando en lo que un día construyo Cataluña y los que hoy la formamos, la gente, la gente de aquí, la gente de todos lados, la gente que quiere construir una sociedad más parecida a la que teníamos antes y más libre y social de la que tenemos ahora, olvidándonos del concepto que nunca tendría que haber vuelto y que solo trajo odio en el pasado, una grande y libre, porque en España no somos todos iguales, ni pensamos igual, ni hablamos igual en todos los sitios, ni bailamos y ni hacemos las mismas cosas igual, pero si tenemos algo en común y es que tenemos que convivir, pero con respeto y sin odio, ese odio que desde hace tiempo se nos tiene a los catalanes por el mero hecho de serlo y del cual algunos se aprovechan para reflejar su patetismo unionista y neofascista, basta ya! Yo no soy ni más ni menos que tu por ser catalán.

jueves, 27 de septiembre de 2018

Tormenta Nocturna (Mini Relato)

La noche era de lo más desapacible y siniestra, los rayos y truenos que retumbaban en los ventanales, en conjunto con el paraje que había ante mis ojos, me erizaba la piel.

Allí desde el ventanal de la casa, de estilo victoriano, en la que me encontraba fumándome un pitillo, empecé a tener la sensación de no estar solo, de no ser por que sabia a ciencia cierta que esa noche la tenia que pasar solo, como cada noche desde hacia un año.

Mis pensamientos volaban, entre el miedo y el frío, allí en la balconera acolumnada que tenia bajo mis pies, cuando de pronto, en la calle que discurría delante de la casa apareció un grupo de niños empapados por la lluvia torrencial, pese a ir pertrechados con algunos paraguas y chubasqueros, incluso una bici, pero estaban empapados ya que huían despavoridos de algo, la velocidad con la que huían de la oscuridad les hacia mojarse irremediablemente.

Ellos no me vieron, ya que entre las sombras de aquella oscura noche, solo iluminada por los relámpagos tormentosos, y las columnas de la balconada en la que me encontraba me hacían difícilmente visible, a los ojos de los que pasaran por la calle y mas si era un grupo de niños huyendo, además todo ello sumado a la cortina de agua que cada vez era mas abundante a pocos centímetros delante de mí.

Pese a lo tenebroso de la situación, la curiosidad me pudo, así que me puse mi chubasquero negro y me dispuse a salir a la calle a ver si conseguía descubrir de que huían los niños, aunque lo mas probable es que hubieran hecho alguna gamberrada, pero sus caras no mostraban alegría o pillería, si no mas bien un tremendo miedo.

Baje los siete escalones que bajaban de la entrada de la casa y me dirigí a la calle, atravesando antes el pequeño jardín de la parte delantera de la casa, en estos días de otoño ya repleto de la primeras hojas caídas, eso empezaba a denotar que los enormes plataneros que poblaban la calle, empezaban a deshojarse cual margarita.

Al llegar a filo mismo del jardín, a la propia calle, miré en dirección hacia donde habían venido huyendo los niños y no vi nada. Frente a mi al otro lado del río, estaba el balneario donde miles de jubilados pasaban a lo largo del año una temporada, gracias al convenio que tenia el lugar con el estado, balneario que vivía de una fuente de aguas casi putrefactas, pero con beneficios para los ancianos que en ellas se bañaban.

El lugar en esa noche de rayos y centellas me parecía a un más tétrico de lo que por si siempre me había parecido, me recordaba a la casa de Norman Bates en “Psicosis”.

Las luces del balneario estaban apagadas, todas menos la de la puerta de servicio, lo cual parecía normal después de una noche y del servicio de cenas, además se veía a los camareros y pinches por allí pululando dejando todo recogido para el siguiente día de trabajo, en las postrimerías del trabajo diario.

Cuando ya me volvía hacia casa, pensando en que clase de chiquillada habrían hecho aquellos niños, escuche unas voces que provenían del lecho del río, la zona que quedaba justo bajo mis pies pero en la orilla que quedaba frente a mí.

Me quede petrificado al ver lo que seguramente había hecho huir a los niños…

Tres hombres con uniformes de servicio del balneario arrastraban lo que parecían varios cuerpos a una cavidad que se abría bajo las canalizaciones y tuberías que provenían del balneario y desembocaban en el río, zona que normalmente estaba tapada por el agua del río y las retamas, pero el lecho del río todavía bajo del verano, no había crecido lo suficiente pese a la que estaba cayendo.

Estaban como apilando los cuerpos allí, y en un momento dado mis dudas se despejaron cuando vi aparecer un brazo inerte de la obertura de la cavidad... Pero, ¿con que fin hacian aquello? ¿Que estaba ocurriendo en el balneario?

Después de presenciar tan dantesca escena, decidí volver a casa y llamar a la policía, ya que allí no podía utilizar el móvil, pues no había cobertura, pero cuando me disponía a recular, las piedras bajo mis pies empezaron a moverse y me sentí caer…

Cuando me desperté, el olor a putrefacción lo invadía todo y el fuerte dolor de cabeza que tenia me hizo perder de nuevo la consciencia durante unos segundos, pero cuando volví a abrir los ojos no podía ver nada, pero no me hacia falta ver nada para saber donde estaba metido.

Saqué el mechero que llevaba en el bolsillo de impermeable y efectivamente estaba en aquella suerte de fosa que antes había visto. El panorama era del todo desalentador y nauseabundo, el pánico se apodero de mi cuando comencé a reparar en las muecas grotescas de los cadáveres de los ancianos que allí yacían semi desnudos, se podía observar que les habían abierto casi en canal, como si por una casquería hubiesen pasado, a saber que suerte de infierno, así que comencé a palparme como un loco a ver si a mi me habían quitado algo, pero por suerte no había sido así, pero solo podía pensar en como podía salir de allí.

La cavidad en aquellos momentos ya estaba sellada con una puerta metálica que resudaba agua por entre sus rendijas, lo cual eso quería decir que el río ya estaba subiendo, cuanto tiempo llevaba allí encerrado? Cuando caí al río, debí quedar inconsciente por el golpe en la cabeza y los hombres del balneario, me debieron meter allí dentro pensando que estaba muerto y para que no quedara ningún cabo suelto en su operación, me abandonaron allí como un cuerpo mas, listo para su descomposición.

De repente un frío viento me golpeo la nuca y la luz del mechero se apago, volví a quedarme en la mas absoluta oscuridad… y otra vez me volví a despertar, estaba en mi cama, y el tremendo trueno que había hecho retumbar la casa era lo que me había despertado, la tormenta aun seguía y todo había parecido ser una horrible pesadilla, o no?


Simplemente IAN

Ahora ya hace 9 meses que nuestro pequeño llego a nuestra vida, 18 meses desde que se comenzó a gestar y la noticia de su llegada cayó como un rayo de luz en un momento duro de nuestras vidas. Se apagaba la luz de mi madre y se encendía la de nuestro hijo.

Ian es un niño especial, siempre tiene una sonrisa dibujada en su redondita cara, comilón, dormilón y bueno, aunque ya apunta un nivel de travesura elevado, que en pocos meses comenzaremos a descubrir en cuanto comience a andar y a toquetear todo, aunque ya se atisba en su sonrisilla y lo terremoto que se esta volviendo cuando lo tienes cogido, con su fijación por coger los mandos a distancia y los móviles, para llevárselos a la boca, trepa y gatea hasta conseguir su objetivo.

La verdad si lo hacemos a posta no lo conseguimos, tenemos dos soletes, que nos dan la vida y nos quitan el sueño, porque no pueden ser mas guapos, mas buenos y mas nuestros.

Aunque cuando nos enteramos de que esperábamos un bebé yo quería que fuera otra niña, las niñas son otro mundo, aunque a día de hoy no cambio a mi niño por nada del mundo, encima he tenido la suerte, por circunstancias de la vida, de poder compartir con Miriam todo el embarazo, y los primeros meses de vida de mi hijo y eso me ha dado la oportunidad de poder disfrutar de largos paseos con Miriam, y de muchas otras cosas que con Avril no pude hacer.

Ian el pequeño piratilla que nos tiene robado el corazón.


martes, 25 de septiembre de 2018

De aquí, ni de Pekin, ni de pokon

Dadas las circunstancias que vivimos en Cataluña y por que me apetecía y hacia tiempo que no hablaba por aquí, voy a escribir unas lineas de reflexión y critica a lo que vivimos los que sin estar en un bando o en el otro, pero somos catalanes, creo que sentimos cuando se vierte tanta tontería y tanta incultura acerca de lo que somos y dejamos de ser.

Y empiezo por lo mas cercano, la familia, resulta que vengo de una familia extremeña, por los 4 costados, pero que sin embargo llevan viviendo en Cataluña algunos años mas de los que yo tengo, pero claro se sienten extremeños y no catalanes, muy aceptable, aunque hayan vivido mas parte de su vida aquí que allí, pero bueno cada uno es libre de tener el sentimiento de pertenencia, a un colectivo o sociedad que quiera, aunque no forme parte de tu día a día, yo lo veo como cuando uno se mete en Internet y juega a uno de esos juegos en que vives una realidad paralela, que te gusta mas, pero no es la real.

Pues bien el pasado 8 de septiembre fue el día de la comunidad extremeña o cuando es el día de Andalucía, no faltaron las felicitaciones a sus paisanos por facebook y otras redes sociales, cosa muy loable por su parte, y yo normalmente también suelo felicitar a mis familiares y amigos por tal efemérides por dichos medios, pero este año no, no me ha dado la gana, ya que ningún 11 de Septiembre a mi o a ninguno de nosotros, hijos, hermanos, primos, nietos, que hemos nacido aquí, catalanes, porque ellos han querido, nos felicitan el día de nuestra tierra, que al fin al cabo es la que es, sin que nosotros hayamos pedido que lo sea, y que es la tierra que yo tengo que hacer que mis hijos quieran como suya, porque lo es pese a que no sea yo ni mucho menos, independentista, ni unionista, ni nada parecido, simplemente soy, somos catalanes.

Esto me cabrea, bueno mas bien me indigna, por que encima con la que esta cayendo, tienes que oir cosas, por parte de los nuestros, donde se nos ningunea por lo que somos, por que lo mismo se piensan que nos sentimos como ellos extremeños o conquenses o gaditanos o murcianos, yo que sé, y por que parece que si te reivindicas como lo que eres, catalán, encima parece que eres el malo, el indepe, o tengas la mayor de las maldiciones...

Pues amig@s es lo que hay, nada mas lejos de la realidad, ni soy extremeño, ni madrileño, ni maño, ni andaluz, respeto a todo el mundo y a su cultura, pero soy catalán y me gustaría que a mi se me respetase por lo que soy y se respetase a la cultura a la que pertenezco y que he recibido, por que principalmente no tengo otra, aunque me guste abrazar otras culturas igual de españolas que la catalana, por que me gusta la multiculturalidad de este país y por que aquí me han parido, y nadie me dio la oportunidad de elegir y ahora ya que tengo conciencia de lo que soy, no voy a cambiar, y por lo tanto no voy a renegar de ello, puesto que no soy de otro lugar, pese a la instrumentalización de unos y otros del sentimiento de pertenencia y del patriotismo, mal entendido, o mejor dicho en la forma mas fascistoide del termino,  la malversación obscena del lugar donde has nacido, eso me duele, pero pese a todo eres de donde naces y sobre todo como dice el refrán, de donde paces, aunque no sea así para todo el mundo y añoren lo que nunca han sido o lo que, pese a todo, dejaron de ser hace mucho tiempo.

Aunque como ya dije anteriormente, cada uno es o se siente, de donde quiere, aunque te pases 30 años viviendo, pagando, construyendo como ciudadano esta sociedad, donde has estado educando a tus hijos, una sociedad totalmente diferente a la de tus orígenes, y la cual no quieres para ti, porque no te representa y piensas, equivocadamente, que tampoco a los tuyos, pero los tuyos ya son de aquí, sus raíces las están echando aquí.


FreeArt Halloween

FreeArt Halloween
Los baby Adams de la RodriReyes Family

Mi equipo

Mi equipo
Juvenil Penya Esplugues

FreeArt

FreeArt
Plastificado

FreeArt

FreeArt
GrafittiFashion

FreeArt

FreeArt

FreeArt

FreeArt
Castillo

FreeArt

FreeArt
Campo de Extremadura

FreeArt

FreeArt
Rupestre

FreeArt

FreeArt
Amanecer incierto

Con la Roja

Con la Roja

Las Visitas