En una dimensión diferente

Bienvenidos a esta otra dimensión, donde las ideas y los pensamientos, van de la mano de experiencias vividas e historias de una ficción, de lo mas real.

domingo, 31 de enero de 2010

Un domingo cualquiera

Auspiciado en el desangelado corazón de la duda, me he encontrado por unos momentos, al sufrir una situación un poco embarazosa, tensa y violenta, dentro de una normalidad pasmosa ya que el protagonista de la historia ha sido quien lo ha desencadenado todo por que yo no me había dado ni cuenta, de la presencia de mi amigo.

Todo empieza cuando un domingo decidimos quedar un grupo de amig@s para comer y charlar sobre algunos temas que teníamos pendientes, pues bien llegamos un cuarto de hora tarde a donde habíamos quedado para irnos juntitos al restaurante, y cuando llegamos mis amigos me indican que aparque el coche, yo extrañado aparco, ya que habíamos quedado que iríamos a comer a un pueblo de mar, pero no los planes habían cambiado, comeríamos en un italiano de por allí cerca.

Chino chano, nos dirigimos al restaurante, y al llegar uno de mis amigos pregunta si había mesa, ya que no habíamos reservado, y el tipo, lo llamaremos así por su falta de profesionalidad, nos dice que hasta que no estemos todos que no entremos que sí, había mesa. Nos dispusimos a esperar hasta que vinieron todos, bueno no, todos no, todos menos un que se había ido a aparcar el coche.

El irrefrenable impulso de sentarnos dentro, en una mesa del restaurante, dado que hacia un frío del carajo en la calle, fue mas fuerte que el recuerdo de la advertencia del tipo, así que una vez el del coche se fue a aparcar y que su mujer nos diera la buena nueva de que iban a ser de nuevo papas, entramos en el restaurante y nos dimos un curioso paseo por el estrecho pasillo del mismo, que daba a duras penas las medidas suficientes para el paso de dos personas. A ambos lados había mesas, en el lado de la pared a continuación de la barra había mesas de dos y al otro lado del pasillo el resto del salón, pues tal y como entramos salimos, ya que el tipo literalmente nos echó, y entremedias surgió el principio de mi postrera duda.

En el restaurante había un amigo que recientemente estrenaba soltería, comiendo con una chica, hasta ahí todo normal, si no fuera por que mi amigo, ya que fue él quien me llamó la atención, yo no lo había visto, pues, si no fuera por que mi amigo se puso rojo como un tomate y su acompañante intentaba que la silla se la tragara mientras mi amigo saludaba a todos los amigos que venían conmigo,… allí en ese preciso momento, entendí que era una situación embarazosa a la par que tensa para mi amigo y su amiga, pero nada yo tranquilamente le di dos besos, intercambie unas impresiones con el, o lo que viene siendo un: … “tu que tal? - Yo bien aquí a ver si nos dan de comer, que hoy no hemos jugado, - a no pues yo si vengo ahora de ello – ah, pues muy bien, bueno voy pa fuera que todavía no nos toca, - vale pues nos vemos”… y salí del restaurante.

Cuando estuvimos todos fuera, mientras algunos comentaban la jugada de nuestro otro amigo, otros atendíamos a la indignación del que había tratado con el tipo, y lo mal que le había tratado por haber desobedecido su advertencia, y como eso le había puesto una contrariedad importante, prefería irse a comer a otro sitio.

Así que decidimos ir a comer a alguno de los restaurantes del centro comercial que había justo enfrente del restaurante. Allí fuimos y estando en el restaurante del centro comercial, paso lo que acabaría de cerrar el circulo y cernirme en la duda que luego tuve. Por delante de la cristalera de la brasería, donde decidimos comer, vimos pasar a la exnovia del amigo del restaurante italiano, con sus excuñados dando un paseo, y eso hizo, que me plateara llamar a mi amigo, para tratar de evitar un mal mayor si se hubieran encontrado ambas partes por una gracia del destino, vosotros que hubierais hecho?... pues yo finalmente no llame a nadie dado el clamor popular, que formaban mis amigos, cuando les plantee mi duda.

No se que pasaría después de no actuar en dicha situación, pero tampoco sabre que hubiera pasado si lo hubiera hecho, así que ya tenemos dos dudas por el precio de una, a todo esto, salimos a fumar a una terraza del centro comercial, que daba enfrente del restaurante italiano, cuando vemos que llega una ambulancia y se para en la puerta y los sanitarios entran en el restaurante, que mal día para el tipo, pensé, ya que después de hacer que su falta de profesionalidad le hiciera perder unos 300€, después tiene un problema con alguien que se le ha puesto malo o alguien que se le ha hecho daño en la cocina, cuanto mal rollo para un mismo lugar.

El destino es caprichoso y mas cuando vemos cosas como las que os he contado, y todo concentrado en un mismo sitio, y eso me hace pensar que si en un lugar de un par de cientos de metros cuadrados, el destino puede ser tan juguetón, que no pasara en el mundo, esta todo escrito o todavía podemos decidir y escribir nuestro propio destino, y de cómo un domingo cualquiera todo puede salirte como no lo habías planeado.

viernes, 29 de enero de 2010

El hombre del lago (C7)

La vida en el lago

A la mañana siguiente, bueno mejor dicho, a la tarde siguiente de mi primera intervención en algo relacionado con una de las pesadillas, desperté como si hubiera rejuvenecido dos años, el estrés sufrido la noche anterior me había dejado exhausto, y el descanso fue casi milagroso, la cama ancha y semi blanda de la casa, era como un molde para mi dolorido cuerpo, ni me entere cuando vinieron a retirar el coche del lago. Se que lo habían retirado durante la mañana ya que cuando me levante salí a dar una vuelta por los alrededores de la casa y por donde había ocurrido el accidente y ya solo quedaba algún resto del coche por allí tirado, algún pequeño trozo de plástico y poca cosa mas, las ruedas de la grúa, así como los retenes de la misma yacían marcados en la tierra blanda de la parte mas próxima a la orilla.

Tenia que ponerme las pilas y organizarme un poco para estar por allí el tiempo que hiciera falta, ese día comencé a adecentar la casa y además salí de compras a uno de los pueblecitos cercanos, las gentes de la comarca eran algo huraños y recelosos de los forasteros, pese a ser una zona muy turística del norte de la península, pero eran amables y aparte como en los pueblos las noticias corren como la pólvora, debieron intuir que yo era el forastero que la noche anterior había salvado a Margarita, la mujer del coche e hija del boticario, como ellos llamaban al farmacéutico, de uno de los pueblos próximos al lago, puesto que era de los pocos turistas que habría en la zona por aquellas fechas.

Estando comprando alguien me reconoció, era una señora mayor que decía que me recordaba de cuando pasaba los veranos de pequeño con mis abuelos en la casa de mi tío, la mujer me dijo que meses atrás alguien vino preguntando por la casa, si alguien conocía al dueño, cosa que me extraño puesto que hacia años que nadie venia por ella, lo mismo era alguien interesado en comprarla, pero bueno solo eran conjeturas ya que no tenia constancia de que ninguno de mis amigos supiera exactamente donde estaba la casa, y tampoco de que nadie se hubiera interesado por ella en los últimos años, o por lo menos mis padres no me habían dicho nada, así que no le di la mayor importancia.

Los días fueron pasando, mi vida era tranquila y meditativa, trabajaba en mis proyectos, que una vez acabados enviaba a la empresa para la que trabajaba en Madrid, paseaba por los alrededores, cuando no tenia que salir a algún viaje imprevisto de trabajo, pero en general era una vida tranquila y llena de momentos de pensamientos contradictorios por todo lo que me había pasado.

También las pesadillas se sucedían, aunque no tenían un frecuencia concreta en el tiempo, ni siempre ocurrían en el mismo lugar, así que durante un tiempo viaje bastante, siempre interviniendo en hechos de no mucha relevancia, pero siempre ayudando a alguien en alguna desgracia, algunos sucesos ocurrían en la proximidades del lago, así que pronto por mi secretismo y mis pocas apariciones en publico, aunque notables en según que casos, y pese a intentar pasar lo mas desapercibido posible, pronto se me empezó a conocer como el Hombre del Lago, por los lugareños.

Recuerdo una de las cosas que tuve que hacer a raíz de una de las pesadillas, algo que no se me olvidaría en la vida, resulta que llegando el verano y dos días después de una de mis particulares pesadillas, paseaba por un pueblo abandonado de las proximidades del lago, la comarca pese a ser turística, tenia muchos pequeños pueblos o pedanias que estaban casi deshabitadas o desiertas, por la falta de trabajo y las pocas ayudas agrarias que tenían, y puesto que aquí no se podía vivir de otra cosa, pues los jóvenes en el momento que salían fuera a estudiar, muchos ya no volvían y en muchos casos los pocos habitantes que quedaban eran personas mayores que ya nunca se irían de allí, por lo menos en vida.

Pues bien paseando por entre la calles desiertas de esa pequeña aldea, entre los resto de casa como la mía, pero con los techo caídos, las vigas raídas por las carcomas y algún que otro animalejo, y observando que algunas de las casas todavía conservaban el encanto de antaño, ví a una niña de unos cinco años, corretear alegremente por algunas de las calles, no le di la mayor importancia ya que pensé que seria la hija de algún turista que como yo estaba paseando por aquel lugar con encanto.

Seguí mi paseo hasta que la niña se me apareció de improvisto delante mío y se puso a llorar, yo me dirigí a ella para que me explicara que la ocurría y la niña me dijo que había perdido a su madre, y no sabia donde estaba, yo me ofrecí a acompañarla, la cogí de la mano y note que la tenia extremadamente fría, cosa que me extraño pero bueno la dije que me llevara donde la vio por ultima vez y entonces me llevo a una casa que estaba totalmente reducida a escombros, todo aquello me resulto muy extraño ya que era imposible que su madre pudiera estar dentro de esa casa tal y como la niña me indicaba.

En mi pesadilla de dos noches atrás había visto algo relacionado con un cementerio, como que me dirigía al de un pueblo, pero todavía no veía que relación guardaba con la niña y su madre, le pregunte a la niña que en que momento había perdido a su madre y la niña, me dijo cuando vinieron los aviones, que aviones? Los aviones que disparaban decía la niña por un momento alucine, no sabia que me quería decir la niña, por un momento pensé que jugaba conmigo, como quien juega a las adivinanzas, y la dije que me indicara el lugar de la donde la había perdido y me señalo donde parecía haber estado una estancia de la casa donde parecía haber una pequeña cama bajo los escombros, no entendía nada así que decidí retirar algunas de las piedras que cubrían la cama y encontré un trozo de tela que parecía de un trajecito de niña, seguí sacando piedras y descubrí algún hueso y la calavera de una niña o niño, por lo pequeña, me gire y le pregunte a la niña como se llamaba su madre y me dijo que se llamaba Maria Gómez, y me insistió en los aviones. Desconcertado cogí a la niña y salimos a las afueras del pueblo donde me pareció ver una leyenda de estas que colocan los ayuntamientos para hacer un poco de resumen de la historia del pueblo una vez que han sido abandonados.

Cuando estaba leyendo el cartelón, un escalofrió me recorrió el cuerpo, el pueblo había sido bombardeado durante la guerra civil y los últimos habitantes abandonaron el pueblo 3 años después de finalizar la guerra, de súbito me gire hacia la niña y la dije que ya comprendía todo, la pregunte si ella sabia donde estaba el cementerio del pueblo y allí me llevo, buscando un poco encontré una lapida que rezaba Maria Gómez Cubelo y Juan Mayor Rodríguez, fallecidos en el bombardeo de octubre del 1938, descansen en paz y esperando poder reunirse un día con su hijita perdida entre los escombros de su casa, entonces me dirigí a la niña y la dije que ya habíamos encontrado a su madre y que por fin se podría reunir con ella, la niña con paso firme y seguro se diluyo como un azucarcillo en la tierra delante de la lapida, pude comprenderlo todo rápidamente el alma de la niña al ser tan pequeña, cuando murió, no sabia leer y como no pudieron rescatar sus restos de las ruinas de la casa, nunca la enterraron y la pobre deambulaba como atrapada en esta dimensión jugando por entre las calles desiertas de la aldea, esperando hasta que un dial legra alguien que la ayudara a encontrar a su madre.

Esta experiencia me marcó, para siempre y fue lo más paranormal que había vivido nunca en mi vida y lo que más me acojono después, durante mi vida en el lago, que era muy tranquila pese a las peripecias que a veces tenia que hacer.

jueves, 28 de enero de 2010

El hombre del lago (C6)

La primera noche en el lago

Una vez conseguí instalarme un poco, hacer la cama y poner en marcha el fugo de la chimenea, me senté frente al fuego y me dispuse ha hacer examen de conciencia y valorar los pasos que hasta ahora me habían llevado hasta allí, hasta vivir apartado de todo el mundo, y me preguntaba que seria de Lucia, ya me habría olvidado o al menos pasaría de mi al dejarla mas tirada que una colilla, aquella de tarde de hacia varios meses.

La verdad que había pensado varias veces en ponerme en contacto con ella de alguna manera, por carta, por mail o incluso sms, pero pensaría que estaba loco, al contarle mi rocambolesca historia, así que preferí dejar pasar el tiempo aunque me doliera, ya que ella para mi lo había sido todo, vamos lo mas parecido a una pareja que había tenido, aunque solo hubiera sido a ratos, pero habíamos compartido casi todo y lo sabíamos todo el uno del otro, pero no la podía incluir en mi locura, ya bastante había arriesgado ella por mi, al comenzar esta relación tan atípica y mas propia de amantes que llevábamos, así que cuando llegara el momento nos volveríamos a ver se lo explicaría todo y a ver que pasaría, ya que lo mismo no me volvía ni a mirar a la cara, pero cuando todo esto hubiera acabado seria el momento.

Pues bien cuando me disponía ha encender el ordenador, para revisar algunas cosillas del proyecto que tenia entre manos, oí unas voces fuera de la casa, pero quien coño habría ahí fuera, si serian las 11 de la noche!!!, así que salí de casa a ver que era lo que pasaba, por un momento había olvidado el sueño que había tenido 2 noches atrás, y pensé que lo mismo lo que me había parecido una voz era solo el ruido producido por algún animalejo de la zona, pero cuando mire hacia la zona este de la casa, vi a unos 300m en el lago unas luces como si una nave espacial surgiera del fondo del lago y una pequeña sombra de alguien que luchaba por mantenerse a flote, pero a quien ya no le quedaban fuerzas para gritar.

Me dirigí rápidamente hacia el lugar, corrí como si me fuera la vida en ello, sin percatarme de que me iba arañando con los matojos y ramajes de los árboles que había por la rivera del lago, cuando estaba llegando tropecé con un peñasco que no había visto y caí de bruces al suelo, cuando levante la cabeza medio aturdido, ya no veía a la persona que me había parecido vislumbrar a lo lejos, así que al ver que las luces que me habían parecido una nave espacial, eran de un coche que se había salido de la carretera y había acabado en el lago, pude imaginarme que quien gritaba era el conductor que se había hundido y posiblemente se estaba ahogando si no lo había hecho ya.

No lo dude ni un momento me tire al agua y gracias a las luces todavía encendidas del coche vi la figura inmóvil bajo el agua de una mujer, rápidamente bucee hacia ella la agarre, pero estaba enganchada por el pie con el cinturón de seguridad como pude la agarre y tire de ella hacia a arriba. Una vez en la orilla la realice el boca a boca y el masaje cardiaco, hasta que reaccionó, la profecía de mi primer sueño se había cumplido.

Una vez consciente la mujer de unos 50 años me dijo que se había quedado dormida y que cuando se quiso dar cuenta ya estaba en el agua atrapada y que cuando consiguió salir del coche se quedo enganchada con algo y perdió la conciencia, seguidamente llame al 112 para que vinieran a buscar a la señora y avisaran a la guardia civil para que hicieran el atestado y pudieran sacar el coche, antes de que creara una catástrofe ecológica en el lago, pero bueno ya sabemos lo rápido que son para algunas cosas las autoridades, en fin menuda nochecita pero todo había acabado bien y eso me reconfortaba, me fui a la casa a eso de las 5 de la mañana, pero como no tenia que madrugar no me preocupe demasiado por esto.

El principio de la pereza

Supongo que en esto es como en todo, que cuanto menos haces, normalmente menos quieres hacer, a vosotros no os pasa esto de que el cuerpo se acostumbra rápido a los hábitos que vamos adquiriendo con el tiempo, por ejemplo si dormís mucho cada vez queréis dormir mas y ese tipo de cosas?, pues eso, con la pereza, la vagancia o como lo queráis decir, pasa lo mismo.

En este caso que os comento, a mi me cuesta creer que se pueda empezar un día a vaguear en el trabajo, ya que normalmente siempre hay algo que hacer, a no ser que estés en una cadena de montaje que todo es monótono y repetitivo, y no te da tiempo a nada, mas que ha hacer el numero de piezas que tengas que hacer al día y a pensar mucho en tus problemas, pero vamos que no te duermes en el trabajo.

En un trabajo normal y mas si hablamos de trabajo de oficina, que no todos los días tienes el mismo volumen de trabajo, pues es mas fácil tener tiempos muertos, que si eres inteligente utilizas para hacer otro tipo de cosas, mas de tipo personal, y no ser tan gilipollas como para quedarte dormido en tu sitio o deambular por la empresa sin rumbo ni sentido, solo con un unico objetivo escaquearse.

Pero como empieza esto?, cuando ya se a convertido en un rutina, por que ha sido?, pues yo creo que solo tiene una explicación, que es la dejación de funciones, el solo servir de correveidile y poco mas y de no trabajar ni haber trabajado seriamente nunca en tu vida, los hábitos se adquieren, pero se adquieren por repetición, y si tus hábitos son el pasar de todo y no hacer nada, te será muy fácil hacerlo, pero y sin que nadie se entere? Eso ya es mas difícil, pero llega un punto que supongo que es difícil deshacerse de ese bulto sospechoso, que cuando acude cual perrillo a la llamada de quien considera su jefe, por que claro, por poco que haga como lleva muchos años por aquí y me refiero a la empresa, se piensa que tiene galones y el mismo se cree su propia mentira y además se pavonea de ella.

Es deprimente que alguna persona llegue a esto, pero pasa y existen en todas las empresas, lo malo es que jode la moral de la tropa ver el comportamiento de estos personajes, por que a parte de vaguear y no responsabilizarse de sus cometidos, encima se permite licencias que tu no te tomarías, como venir borracho al trabajo, o dormirte o simplemente ser un sinvergüenza que te apuñala a la mínima que te descuidas.

Pues si es deprimente y reprochable, pero si esto es malo también es malo que los jefes que lo han ido apadrinando por su lealtad babosa y pelotera, no sean capaces de eliminar un lastre que a la larga le puede salir mas caro que tenerlo y todo por la complacencia y los chanchullos que algunos puedan tener con el o los secretillos que la rémora pueda guardar sobre ellos mismos.

miércoles, 27 de enero de 2010

El hombre del lago (C5)

De vuelta a casa

Lucia era una chica muy independiente, pese a tener pareja desde hacia muchos años, a sus 28 años, ya era toda una productora de cine, después de haberse labrado un futuro a base de esfuerzo y de acabar sus estudios en un tiempo record, las productoras se la rifaban pero una chica tan inteligente, no se dejo llevar por los cantos de sirenas de las empresas que la pretendían y finalmente tomo la opción mas adecuada a su modo de vida.

Tenia una vida social muy ajetreada, dado su trabajo, pero siempre le gustaba guardarse sus ratos por las tardes para disfrutar de sus paseos por Madrid, siempre cogiendo ideas de lo mas cotidiano, lo que la rodeaba y que veía en sus paseos, y sobre todo lo que le gustaba era ir al campo o al parque a relajarse y leer, para así explorar otros mundos, y olvidarse un poco de su rutina, que aunque mas flexible que la de muchos mortales, pero aun así, y a veces demasiado ajetreada, mucho viaje, muchas entrevistas, divertido pero agotador psicológicamente.

Y en uno de esos viajes fue donde conoció a la persona que cambiaria su vida, volvía de la Berlinale, y en el avión de vuelta a Madrid, le toco sentarse junto a un chico, alto moreno, guapete, con aires de intelectual que le daban sus gafas, que escondían unos bonitos ojos azules, seria deformación profesional pero Lucia parecía hacer una radiografía a cada persona con la que se encontraba, el chico de unos treinta y tantos, parecía serio y un poco angustiado, y estaba muy metido en su lectura, algo relacionado con las telecomunicaciones, por lo que pudo observar.

Estaban sentados junto a la salida de emergencia, y cuando la azafata acabo de dar las instrucciones pertinentes de antes de cada despegue, sobre seguridad, se dirigió al chico y en alemán le dijo algo, y por la cara que puso, Lucia intuyo que no entendía lo que le decía, y el pidió que se lo dijera en ingles que no la entendía, pero el ingles de la teutona era bastante macarrónico y tan incomprensible como el alemán, para él, viendo que la azafata en un alarde de impaciencia, iba a cambiar a su acompañante de su lado, y en ella parecía haber despertado algo de interés, Lucia intervino y en un perfecto alemán se dirigió a la azafata preguntándole cual era el problema, y ella bastante indignada le contesto que le intentaba decir al hombre que si se veía capaz de retirar la puerta de emergencia en caso de accidente, Lucia la miro con cara de estar flipando y le dice a la azafata, “pero señorita no ha visto al hombre que tengo al lado, como no va a tener fuerza para mover la puerta, con lo grande que es, pero es mas es que el avión se va a caer o que?”, una vez acabada la discusión y zanjado el tema, la azafata se retiro un poco acalorada, y el chico, sorprendido a la par que agradecido, se dirigió a Lucia y le agradeció su gesto y entonces comenzaron ha hablar.

A partir de ese momento Lucia entablo una conversación con su compañero de vuelo, y la verdad que en las 2 horas y pico de vuelo, se contaron de todo, casi su vida, y Lucia vio que su intervención con la azafata no había sido en vano, ya que conoció a quien pronto seria alguien muy importante en su vida, Hugo.

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Entre viajes, convenciones, reuniones de negocios, comidas y cenas, a Lucia le costaba mucho sacar tiempo para ella y conciliar su vida de pareja, ya que también que tenia que compartir su vida con Juan, su novio de toda la vida, ya que llevaban juntos desde el instituto, desde los 16 años, media vida, pero en los últimos años desde que Lucia comenzó a trabajar, la verdad que se veían poco, y eso hacia a Lucia divagar de vez en cuando con la posibilidad de dejar su relación, ya que no quería defraudar a nadie y menos a Juan, con el que había compartido tantas cosas, así que cuando pensaba en esto, pronto volvía a la realidad y decidía no hacer nada e intentar compaginar todo para no tener que zanjar tantos años, y verse sumida en una soledad, que no quería, ya que esto la atemorizaba mas que incluso perder el trabajo, y si tenia que renunciar a tiempo para ella, lo hacia, con tal de no encontrarse de morros a Juan, el poco tiempo que estaban juntos.

Desde muy joven, desde casi acabado el instituto, se fue a vivir con el y puesto que su familia vivía lejos, en un pueblo de Asturias, pues Juan era lo mas parecido a una familia que tenia, ella había vivido durante los años del instituto con su abuela materna, pero cuando esta falleció, al poco de empezar en la universidad y desde entonces el había sido su único apoyo y compañía.

Conseguían salir adelante, gracias a que ella mientras se sacaba la carrera, trabajaba editando videos para una empresa de videos de celebraciones, que no daba para mucho pero ayudaba y Juan que tras el instituto oposito para bombero y consiguió trabajar de ello, y así iban subsistiendo.

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Después de este viaje algo había cambiado en Lucia, al conocer ha Hugo. Así que decidió quedar con él a la semana siguiente, en el parque del Retiro.

lunes, 25 de enero de 2010

El viaje de la piedra

La piedra que se mece en el lecho del río, cantoneada por el paso del tiempo y del agua, rueda como una pelota de playa mecida por el viento, río abajo, por el lecho del mismo.

Su largo y denso camino desde que cayo desprendida de la roca madre, la ha ido puliendo, redondeandola y formándola en una elipse tridimensional casi perfecta, una evolución larga y dura, llena de roces i fricciones a lo largo del río.

Cual mujer que desde niña se va puliendo y se convierte en esa mujer bonita y de curvas casi perfectas, la piedra sufre esa continuada transformación.

Su futuro es incierto algunas acaban en el mar medicadas por las fuertes mareas y otras caerán en los meandros del río, donde con un poco de suerte servirá de juguete a un niño que decida hacerla brincar por encima de las aguas hasta hundirse irremediablemente al fondo del río, de donde provenía y de donde salio para poder quebrarse al sol, pero que suerte de destino es ese que la vuelve a arrastrarla al fondo del río, donde posiblemente no acabara en el mar, o por lo menos siendo piedra, porque el desgaste se la llevara antes arrastrando sus partículas hacia el mar.

El viaje de la piedra puede trasladarse a las personas, ya que nacemos tomamos nuestra forma a base de ser pulidos por esta rasposa, dura y rápida sociedad, y cuando ya nos hacemos mayores nos vamos consumiendo hasta desaparecer convertidos en partículas de polvo al igual que la piedra, lo único es que nosotros somos capaces de decidir.

El hombre del lago (C4)

La marcha hacia el lago

Por fin me despierto, cada día lo paso peor cuando tengo una de las pesadillas.

Al principio, recuerdo que como fue todo muy de improviso, y tantas cosas tuvieron que cambiar en mi vida, que casi no me daba cuenta de lo que hacia y como lo hacia, actuaba por impulsos, por visiones.

Después de salir del hospital y viendo que lo que me había ocurrido era lo suficiente mente importante y peligroso, decidí alejarme lo mas posible de todo lo que me rodeaba, mi familia fue la primera damnificada de este súbito cambio de planes.

Aunque al principio mi madre no podía soportar la idea de que por fin, a mis 33 años, abandonara el hogar, y mas después de cómo aparecí en el hospital y sin saber lo que me había pasado, ellos estaban mas desconcertados que yo, pero como les dije que era un cambio de tipo profesional y que me habían dado la oportunidad de ejercer de tele trabajador o trabajador a distancia, pues que era algo que me vendría muy bien para mi salud física y mental, puesto que me iba a un paraje totalmente natural, a la casa del lago que tío Toño, nos había dejado en el lago y que desde hacia muchos años nadie visitaba, así que esta parte quedo mas o menos tranquila viendo que era una situación mas o menos “temporal y para mi beneficio personal”, así que una vez arreglé mis asuntos laborales, me fui hacia la casa del Lago.

Todo tiene una explicación o por lo menos, nada es casual en lo que me pasa a mi últimamente, mi elección de la casa del lago no fue fruto de la casualidad, si no mas bien todo lo contrario, en el sueño que tuve después de mi encuentro con el ente, o la visión que tuve durante el coma, justo después soñé que me dirigía a la casa del lago, como algún verano lo había hecho, y cuando llegaba y me instalaba, algo pasaba, en un instante me ví en el lago intentando coger la mano de alguien. Esta seria mi primera gran prueba.

Así que recogí mis cosas de casa de mis padres, y cogí mi coche para dirigirme hacia el lago, hacia casi 7 meses que no conducía, y después de todo es algo que no se olvida pero me parecía un mundo tener que meterme entre pecho y espalda unos 400km de carretera en pleno invierno y sobre todo con lo mal que parecía estar el tiempo este año, llevábamos 2 meses que entre lluvias y nieves casi no habíamos visto el sol.

Llegue allí a eso de las 6 de la tarde ya casi anocheciendo, todavía recordaba el camino que me tenia que llevar hasta la casa, aunque estaba casi tapado de matojos y matorrales, por la falta de paso de gente por allí, casi mejor porque no me quería encontrar con la sorpresa de tener huéspedes en la casa, así como okupas o algo parecido, pero en un lugar tan remoto la verdad que ese tipo de gente no se acercaba puesto que de que iban a vivir.

Cuando llegue a la casa ví que gracias a dios no se había caído, tenia el techo intacto y parecía estar en perfectas condiciones, tal y como la deje tras aquel verano del 98. Esa robusta casa de piedra y tejado de pizarra, para las nevadas del invierno, había resistido un invierno mas, allí por suerte no había nevado mucho todavía, es mas las temperaturas estaban inusualmente templadas para la época del año que era y a la altitud que estaba, era el micro clima del lago el que podía crear cosas como estas y otras aun mas inexplicables.

Entre en el porche de la casa, maletas en ristre, y las deje en un lado para poder abrir el armario de contadores, di la luz y la instalación no salto, eso era una buena señal, después di el agua, y ahí pensé que la casa se vendría abajo por el estruendo del agua entrando de nuevo en las tuberías, ya que antes de irme la ultima vez de la casa, tuve que vaciar todo el agua de las tuberías, para que no estallaran en lo inviernos que debía pasar la casa deshabitada, pero mucho ruido y pocas nueces, no paso nada de nada, así que entre para instalarme tranquilamente, tenia mucho tiempo por delante para poder limpiar y adecentar la casa, lo primordial lo tenia, agua, luz, algo de comer y la chimenea con leña almacenada de años atrás, así que la primera noche me la tomaría con calma o eso pensaba yo.

domingo, 24 de enero de 2010

El hombre del lago (C3)

La pesadilla

Cuando tengo una sensación como la de hoy todo el día se lo que por la noche me espera, la pesadilla, la visión de lo que pasara en un par de días y en lo cual posiblemente yo tendré que intervenir, para que lo malo de las opciones que da el destino, no ocurra.

Mi primera pesadilla ocurrió la noche del incidente que cambio mi vida y le dio un giro a lo que es hoy. Recuerdo que aquella tarde había quedado con ella, como siempre en nuestro banco junto a la casa de cristal. El día anterior había sido maravilloso, y la noche apasionante, momentos irrepetibles y apasionantes en la vida de dos personas íntimamente ligadas, pero separadas por las circunstancias del destino.

Lucia era maravillosa y encontrarme con ella supuso una rotura con la rutina, todo comenzó con una gran amistad, ella con ese desparpajo y cara, que caracteriza a las madrileñas, dio la cara por mí, sin conocerme de nada, en un tedioso viaje de vuelta a casa desde Berlín. Allí se forjo una gran amistad que tiempo después se torno en un amor como pocas veces había sentido y algo que me arrastro como nunca lo hubiera pensado, pero…, siempre hay un pero para todo, todo no podía ser perfecto, Lucia ya estaba comprometida.

Aquella tarde cuando me dirigía a su encuentro, tal y como habíamos quedado en la nota que la deje en el desayuno, algo ocurrió que me hizo acabar en el hospital en coma, y cuando desperté de la alucinante pesadilla que tuve en todo el tiempo que estuve dormido, mi vida cambio para siempre.

Según los médicos estuve 2 minutos clínicamente muerto, nunca creí en los viajes astrales, ni en todo ese tipo de cosas, pero, si la verdad que debí estar muerto, por que creo que estuve en el cielo, o al menos eso es lo que pensé cuando aparecí en una playa cual naufrago, pero que me hacia tener una gran sensación de paz y estuve hablando con un ente o persona que me explico el porque, el como y el cuando de como volver a la vida y también lo que debía hacer y lo que significaban las pesadillas que a partir de aquel momento tendría esporádicamente.

Era hora de dormir y de afrontar la penitencia que se me había impuesto durante el coma, el nuevo incidente. Por primera vez desde que sufría las pesadillas, ví algo relacionado con alguien que conocía, Lucia.

Ella llegaba a casa derrumbada por un gran pesar, tal y como reflejaba su cara, y allí bajo la lluvia su desolación parecía tan honda como un pozo sin fin. Después de la gran bronca que se vivió en su casa, parecía que todo volvía a la normalidad, las luces se apagaban y la noche pasaba, y a la mañana siguiente una pareja de la policía entraba en el portal de Lucia y se llevaba al marido esposado y todo lleno de sangre. A partir de aquel momento tenia 2 días para evitarlo.

Los del bar

El otro día con lo que me quede flipao fue con lo que ví en un bar de mi barrio, imaginároslo, viernes diez y pico de la noche, la rambleta de la calle Verge de la Merce, Can Vidalet, algunos colgaos estaban en alguna de las terrazas de los bares y el movimiento dentro de los bares era importante, yo paseaba con mi perra por la rambleta cuando me da por mirar a uno de los típicos bares de barrio, donde podíamos encontrar ese nutrido grupo de cincuentones y sesentones que tienen a sus mujeres en la clase de patchwork o en casa en sus cosas, y algún que otro cuarentón solieron que se pasa las horas muertas en el bar, mas o menos desde que viene de trabajar y hasta que casi cierran el bar, vamos lo que vienen siendo esos hombres del bar, esos que parecen que vienen con la postura del brazo en la barra de serie, esos filósofos del vaso vino, y el palillo entre los dientes.

Pues bien estaban allí todos reunidos, pero no hacían lo que normalmente se espera de un grupo como este en un lugar como ese, yo que se, que si unos discuten de política, que si otros de futbol, o de lo mal que esta la vida y lo mal que nos va con la crisis, o cualquier otro tema que pueda salir en un bar de yayos…, ninguno jugaba la partida, ninguno hablaba, incluso el dueño del bar, tras la barra también yacía ensimismado mirando a la caja tonta.

Dios, no podía salir de mi asombro, algo esta cambiando en España, pensé, podrían estar todos enganchados a alguna telenovela rara de la cual no tenia constancia, o bien salía Belén Esteban en top less para celebrar su cambio de imagen, hay que ver lo que ha hecho esta mujer de nuestro país.

Como desde mi posición en la calle no podía ver que estaban viendo, puesto mi miopía no me lo permite a ciertas distancias, cuando volvía hacia casa trate vislumbrar el logo del canal en cuestión, para poder ver lo que tan ensimismado tenia a los del bar, la cadena era la primera, me preguntaba que daban a esas horas en la primera un viernes, y no lo sabia, joder si que estaba teniendo éxito lo de no dar publicidad, no?, pensaba, no pudiéndome explicar dicha estampa.

Cuando llegue a casa lo primero que hice fue poner la tele, pongo la primera y que estaban dando, el programa de José Mota, si ese de los cruz y raya, el delgado moreno, ese, y estaban con el sketch del hombre de la vara, y entonces flipe mas porque esa gente allí en un estado casi babeante, estaban así por el hombre de la vara!!! Flipa que les pasa a la gente mayor, tanto bar, tanto alcohol, les estaba volviendo en unos seguidores frikis, del hombre de la vara, aunque bueno pa friki el de la vara, pero bueno, que le íbamos ha hacer cada uno se engancha a lo que quiere o puede, pero vamos en casa al menos no les verían las caras de tontos, todos los que pasemos por la calle.

El hombre del lago (C2)

Las sensaciones del lago

Otra tarde con la preciosa vista del lago ante mí, las brumas de la tarde se entremezclan con los finos y lánguidos rayos del sol que se van ocultando detrás de las montañas que rodean a esta gran masa de agua. Esta vista que me proporciona la casa junto al lago, puedo disfrutarla desde hace varios años desde el día del incidente.

La casa esta en la zona mas desolada y salvaje del lago, un bonito y solitario paraje regado de helechos, castaños, musgo, peñascos que emergen del suelo cual espina emerge del tallo de la rosa y varias especies de árboles, que le dan a este lugar un tono entre el verde de las hojas perennes y el rojizo de las caducas, lo que se podría decir un paraje idílico, pero frío, solitario y oscuro, cuando uno nada da mas que tiene eso, y por eso y para así poder estar apartado de todo aquello que un día perdí, y a lo que renuncie, por ganar lo poco que hoy tengo.

La tarde da paso a la noche y me temo que esta noche será movida, hoy no he tenido las ideas claras en todo el día, cosa difícil en un lugar tan pensado para el recogimiento y la meditación, escuchando al bosque y los animales y el silencio de la soledad consigo filosofar y prestarle atención a cosas en las que uno casi nunca piensa, por el vertiginoso ritmo de vida de esta sociedad. Pues bien hoy no he podido perderme en mis ideas y buscar soluciones a problemas pre adquiridos. Esta noche habrá movida…

Mientras tanto tratare de concentrarme en el café que tengo entre las manos y la hermosa vista desde el porche de la casa. Esta idílica vista me recuerda aquellas tardes compartidas en el parque del Retiro.

Muy a menudo me da por recordar aquellos momentos felices vividos anteriormente con mucha añoranza y desesperanza ya que no se si alguna vez volveré a recuperar mi vida, bueno mi antigua vida, ya que ahora tengo otra, otra que yo elegí pero fue de manera forzada, y aunque mi antigua vida no era muy normal, era mía. A caballo entre el estrés de una gran ciudad, el trabajo y mi vida familiar, encontré un oasis tranquilidad y cariño, pero que solo me dejo un amor platónico y algún que otro problema. Si alguien me hubiera dicho que el amor verdadero, tu mitad perfecta, se puede encontrar, nunca lo hubiera creído, hasta que la conocía ella, pero el destino a veces es caprichoso y no todo llega cuando te lo esperas o cuando desearías.

En momentos como estos, es cuando mas se hacen notar las sensaciones que se viven en la soledad del lago, entre lo bonito y lo triste, de los tonos grises del paisaje nocturno.

La noche ya esta avanzada y debo afrontar la pesadilla que me espera, esta noche habrá movida, seguro, y mañana trabajo.

Como tu por aquí?

Muchas veces cuando vamos por la calle caminando tranquilamente, pensando en nuestras cosas, siempre te vas a ir a encontrar a alguien que de por si no te apetece encontrarte, y ya cuando lo ves venir a lo lejos y piensas mierda, no me quiero pararme ha hablar con este, por que no me veas lo que larga, que pesao que es, etc, etc, piensas en cambiar de cera o esconderte de tras de algún coche, pero no, eso no debe ser así, o de hecho no es así, porque entre que lo piensas y no, ya lo tienes en frente y vas y le sueltas como tu por aquí?, que el otro pensara, “ joder si vivo en la calle de abajo”, en fin que tu ya lo haces para crear duda, e intentar que el dialogo sea lo mas breve e insulso posible.

Eso es como cuando llegue el otro día a la peluquería con la bici, recién llegado del curro y de hacerme 5Km, va y me dice la peluquera “como tu por aquí y así?”, así como? La digo yo, “así en bici, no me lo puedo creer” joder ni que montar en bici fuera una cosa tan rara, pero claro ves a tu hijo que te dice, “oye mama, que te cojo el coche para ir a ver a la abuela” y eso no te parece raro no? Y mas cuando la abuela vive en la calle de por encima.

En si la pregunta del como tu por aquí, es un poco faltona, si por que, que pasa que es tan raro que alguien este por aquí, o por allí, pues no cada uno debe ir por donde le de la gana y sobre todo intentando sortear a los que no te quieres encontrar, no?

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