Las sensaciones del lago
Otra tarde con la preciosa vista del lago ante mí, las brumas de la tarde se entremezclan con los finos y lánguidos rayos del sol que se van ocultando detrás de las montañas que rodean a esta gran masa de agua. Esta vista que me proporciona la casa junto al lago, puedo disfrutarla desde hace varios años desde el día del incidente.
La casa esta en la zona mas desolada y salvaje del lago, un bonito y solitario paraje regado de helechos, castaños, musgo, peñascos que emergen del suelo cual espina emerge del tallo de la rosa y varias especies de árboles, que le dan a este lugar un tono entre el verde de las hojas perennes y el rojizo de las caducas, lo que se podría decir un paraje idílico, pero frío, solitario y oscuro, cuando uno nada da mas que tiene eso, y por eso y para así poder estar apartado de todo aquello que un día perdí, y a lo que renuncie, por ganar lo poco que hoy tengo.
La tarde da paso a la noche y me temo que esta noche será movida, hoy no he tenido las ideas claras en todo el día, cosa difícil en un lugar tan pensado para el recogimiento y la meditación, escuchando al bosque y los animales y el silencio de la soledad consigo filosofar y prestarle atención a cosas en las que uno casi nunca piensa, por el vertiginoso ritmo de vida de esta sociedad. Pues bien hoy no he podido perderme en mis ideas y buscar soluciones a problemas pre adquiridos. Esta noche habrá movida…
Mientras tanto tratare de concentrarme en el café que tengo entre las manos y la hermosa vista desde el porche de la casa. Esta idílica vista me recuerda aquellas tardes compartidas en el parque del Retiro.
Muy a menudo me da por recordar aquellos momentos felices vividos anteriormente con mucha añoranza y desesperanza ya que no se si alguna vez volveré a recuperar mi vida, bueno mi antigua vida, ya que ahora tengo otra, otra que yo elegí pero fue de manera forzada, y aunque mi antigua vida no era muy normal, era mía. A caballo entre el estrés de una gran ciudad, el trabajo y mi vida familiar, encontré un oasis tranquilidad y cariño, pero que solo me dejo un amor platónico y algún que otro problema. Si alguien me hubiera dicho que el amor verdadero, tu mitad perfecta, se puede encontrar, nunca lo hubiera creído, hasta que la conocía ella, pero el destino a veces es caprichoso y no todo llega cuando te lo esperas o cuando desearías.
En momentos como estos, es cuando mas se hacen notar las sensaciones que se viven en la soledad del lago, entre lo bonito y lo triste, de los tonos grises del paisaje nocturno.
La noche ya esta avanzada y debo afrontar la pesadilla que me espera, esta noche habrá movida, seguro, y mañana trabajo.
En una dimensión diferente
Bienvenidos a esta otra dimensión, donde las ideas y los pensamientos, van de la mano de experiencias vividas e historias de una ficción, de lo mas real.
domingo, 24 de enero de 2010
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