Día 5.
Por fin un día de sol en New York, así que nos fuimos a Central Park, por sus 4Km de largo y el 1,4Km de ancho que tiene.
Lo primero que te explican de Central Park es que es un parque totalmente creado por la mano del hombre, ya que antes no existía, con no se cuantas variedades distintas de fauna y flora y algún que otro animalejo, el pulmón de Nueva York es algo impresionante como todo en esta ciudad. Nos adentramos en el parque por la calle 57th, y lo primero que nos encontramos es una gran carrera de bicicletas, monopatines, patinetes y patines, era el Hope Day, día de la esperanza, y celebraban una carrera multitudinaria por dentro del parque.
Lo siguiente que vemos es una enorme roca y que el suelo o tierra del parque es como tierra volcánica igual a la que nos encontramos, por ejemplo en Tenerife, pues bien esto es el suelo de Nueva York, y gracias a ello se ha podido sustentar y construir, una ciudad como esta, gracias a la piedra volcánica que forma el suela de la isla.
En el parque podemos encontrar de todo, grandes lagos, campos de béisbol zonas de picnic, grandes explanadas de césped donde la gente toma el sol, un pequeño parque de atracciones y bancos con plaquitas de metálicas donde alguien ha puesto una inscripción o una dedicatoria, eso si pagando, que contribuyen al mantenimiento del parque, al ser sábado se nota y se ve que el parque esta lleno de vida, lleno de gente, de familias enteras que van a pasar la mañana o todo el día al parque, ya que si no fuera pq en según que zonas ves los grandes edificios, puedes pensar que estas en plena montaña o fuera de la gran urbe.
A uno de los lados del parque se encuentra el Metropolitan Museum, al cual entramos y vemos obras de Picasso, Dalí, Miro, arte Etrusco, Griego, Romano, Indio, de todo un poco vamos una mescolanza de cultura difícil de encontrar en otros Museos del mundo y también descubrimos que en su ultima planta tiene una terraza que te da una vista inmejorable del Parque.
Desde allí volvemos a entrar en el parque para cruzarlo a lo ancho e ir hacia el Museo de las ciencias naturales, el que aparece en la película “Noche en el Museo”, el cual preside en su entrada principal una estatua ecuestre Roosvelt, a este museo solo llegue a entrar a la entrada ya que por una mala digestión, de un indigesto footlong, un bocata enorme, tuve que ir inmediatamente al hotel.
Y para finalizar nuestra visita en New York la acabamos en el mejor sitio posible en lo alto de uno de los edificios mas altos de la gran Manzana, el edificio del Rockefeller Center, en el Top On the Rock, lo que podréis identificar fácilmente con la famosa foto del esos obreros en los años 50, sentados almorzando en una viga ha varios cientos de metros del suelo, pues si desde hay arriba podemos obtener unas de las estampas mas bonitas de Nueva York de noche. Subes así como 67 pisos en un ascensor que va como las balas y llegas a la azotea, no sin antes haberte puesto la historia del edificio, mientras que esperas a que te llegue el turno de subir.
Una vez llegas a la azotea, la cual tiene 3 niveles alucinas y comienzas ha hacer fotos como un loco sin percatarte que la mejores fotos las obtendrás desde el tercer nivel, pero la verdad que es una experiencia única y maravillosa para despedirte de la Gran Manzana.
En una dimensión diferente
Bienvenidos a esta otra dimensión, donde las ideas y los pensamientos, van de la mano de experiencias vividas e historias de una ficción, de lo mas real.
jueves, 11 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario