Llueve sobre Madrid
Allí estaba Lucia, sentada en un banco, en el parque del Retiro, esperando como cada día, la llegada de la hora, esa hora fatídica que la hacia levantarse del banco he irse desconsolada a casa, ya que había perdido la esperanza, sabiendo que otro día mas pasaba, y no se encontrarían, como deberían haber hecho tal y como habían quedado, comenzaba a llover sobre Madrid.
Eran las cinco de la tarde de un día primaveral del año 2010, el sol lucia radiante en el cielo de Madrid, como si fuera a estallar en un blanco final, un día perfecto para sensaciones bonitas, bonitos reencuentros, paseos por la ciudad, la Latina, la Castellana, o el Retiro, cualquier rincón de la ciudad, era propicio para el esparcimiento general, esa vida en la calle que tanto gusta en nuestro país, y allí estaba Lucia, salía del metro rumbo a casa, para darse una refrescante ducha y arreglarse y poder salir a disfrutar de la ciudad, después de un arduo día de atender a proveedores, clientes y demás fauna mercantil.
Lucia percibía que seria un día especial, después de resolver varios asuntos, se encamino hacia el retiro, el pulmón de Madrid, donde era su vía de escape, su lugar preferido para pasear, relajarse y pensar en sus cosas. Y ella tenia razón ese día se seria especial, especial por que lo llevaba esperando desde hacia mucho tiempo, especial por que se encontró con una persona muy especial para ella, quien en muchos casos la hacia feliz y que la animaba pese a estar tan y tan lejos a veces, era su mejor amigo y confidente.
Allí estaba sentada en el banco cercano a la casa de cristal, tal y como habían quedado, cuando una mano sobre su hombro la sorprendió gratamente, “has venido!!!” exclamo al girarse y verle la cara, tan feliz como se cabía esperar después de tanto tiempo. Hacia casi un año que no se veían, un largo año sin verse y deseando el poder estar de nuevo juntos.
Esa tarde se le olvidaron todos sus males, y preocupaciones, solo tenia ojos y pensamientos para su amigo, se la veía feliz y contenta de poder vivir por unas horas tal y como hubiera querido hacerlo el resto de su vida, pero el destino los había llevado por caminos separados durante muchos años y cuando volvieron a encontrarse ya era demasiado tarde. Pero aquel día era especial, las horas no pasaban, se detuvo el tiempo durante unas horas, mientras se cruzaban miradas, se contaban muchas cosas, se acariciaban y besaban, como si fuera la ultima vez que se fueran a ver, literalmente se comían a besos, una tarde intensa que acabaría a altas horas de la madrugada.
A la mañana siguiente Lucia despertaba sola, pero con una sensación de plenitud que llenaba hasta el último poro de su piel, irradiaba alegría y optimismo, más y cuando vio a su lado en la cama una nota que decía…
“Cariño eres preciosa, la flor mas bonita y delicada de mi jardín, antes de que vuelvas a dormir esta noche nos volveremos a ver, un beso”
“P.D. Tienes el desayuno en la cocina, que te aproveche y te de fuerzas para el día, nos vemos donde siempre…”
Salio a la calle en esa mañana lluviosa y gris, pero que para ella tenia otro tono, nada mas pensar que mas tarde se volverían a encontrar.
El día pasó y parecía que todo le salía rodado, el día se despejo y la tarde apuntaba a una tarde tan maravillosa como la anterior, pero cuando ese día llego al banco del Retiro junto a la casa de cristal, se encontró una nota, que la puso triste, pero que no la desesperanzaba…
“Aquí nos encontraremos pronto y como siempre para mi serás única, no desesperes la espera es relativa cuando se sabe entender el tiempo, un beso”
En fin Lucia, era flor de noviembre, valiente y dura, a la par que dulce y delicada, así que se recomponía rápido de según que contratiempos, así que recordando lo bien que lo había pasado el día anterior se fue a casa con una sensación agridulce, pero motivada a seguir esperando su momento.
Ya la tristeza la invadía, era demasiado tiempo el pasado desde aquella hermosa tarde de primavera, pensaba mientras abandonaba el parque bajo la lluvia. Llego a casa volviendo a su realidad, con su familia, pero sin tener lo que verdaderamente quería, su lugar especial, su lugar preferido se había convertido en un asidero de tensa espera para un final que nunca llegaba, por eso cada vez que llueve sobre Madrid, la tristeza de Lucia se hace mas grande.
En una dimensión diferente
Bienvenidos a esta otra dimensión, donde las ideas y los pensamientos, van de la mano de experiencias vividas e historias de una ficción, de lo mas real.
martes, 29 de diciembre de 2009
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