Equilibrio

Lejos del hastío que ahora mismo siento, lejos de las largas noches de invierno, lejos de aquel día que te vi por primera vez, lejos de otra vida que un día quise tener.

Agobiado por el ansia y la rutina, desfogado en lo profundo de tu corazón, desangelado cuando faltas a mi lado, y roto por una falsa impresión.

Colgado en una cinta de tu pelo, comprendiendo poco los latidos de mi corazón, harto de tanta falsedad e hipocresía, atrapado en la jaula de mi frustración.

Pienso las tardes que nos hemos perdido, pienso lo alto que esta tu balcón, lo lejos que esta el camino que me lleve a un lugar mejor.

Presionado por la responsabilidad, perdido en la cara oculta de la ambigüedad, pensando en alguna solución para mi pesar.

Acercándome a una postura estable, a un equilibrio que no consigo alcanzar, subido a tu mar en calma, buscando un lugar donde parar.

Mi cabeza lo valora y mi corazón lo ignora, no consigo alcanzar la meta justa, no consigo centrar mi malestar.

Quizá deba relativizarlo todo, quizá no sea suficiente con pasar, lo que me pide el cuerpo lo reprimo, a fuerza de no querer estallar.

Desconociendo el mal ajeno a cada paso que doy, o simplemente tratándolo de obviar, desoyendo a mi fuero interno en alguna ocasión, cansado de recibir golpes y de la otra mejilla regalar.

Algo tiene que ir cambiado, de hecho algo ya me ha hecho cambiar, mi revolución interna junto con mi procesamiento cerebral, sumado a los consejos amigos, la solución me aportaran, para una postura firme pero flexible a la par.

Para encontrar el equilibrio de mí desasosiego mental…