El viento golpeaba tu ventana como queriendo entrar, y yo mientras tras tu pista debía estar.
Las cosas en un botella parecen estar encerradas, por que por mucho que las muevo no las consigo sacar, del embudo que nos a de succionar.
Paseando por sus airadas calles no logra distinguir entre tú y el mar y el universo que nos rodea.
Siendo dos como no lo íbamos a notar, el centro de gravitación de nuestra vida empezaba a cambiar.
Paseando por tus calles, buscando el calor de tu persona, buscando el candor que ordene los vaivenes de mi vida, los vaivenes de mi vida en una botella encerrada.
El mar embravecido por el empuje del viento, me hace recordar lo mucho lo siento, lo que te daría, y no te di, las coordenadas exactas de mi posición.
Cuando el viento ya no golpee tu ventana recordaras que por allí yo había pasado, pero que quizá ya no volviera a pasar.
El largo recorrido del viento entre nuestras vidas, el largo pasar del tiempo y lo corto que se me hace cuando a tu lado puedo estar.
En una dimensión diferente
Bienvenidos a esta otra dimensión, donde las ideas y los pensamientos, van de la mano de experiencias vividas e historias de una ficción, de lo mas real.
domingo, 12 de septiembre de 2010
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