Sales de tu casa como cada mañana, camino al curro con cara de de tío gris, haces la faena y te vas a comer y tras un rato mas de trabajos forzados por fin vuelves a casa.
Sales de trabajar y todo te da igual, aburrido y cansado solo esperas poder relajarte de la mejor manera y más fácil, lo normal de la working class, piensas cuando sentado en tu sofá, medio dormido estas.
Todo te da igual esa mierda de vida te va a reventar por dentro, solo pensando en trabajar, odiando a todo lo que no te cuadra, y añadiendo cada vez mas cosas al cojón de las que te resbalan.
Y Cuando has reflexionado sobre tu ajetreada vida, inducido por el humo de la pipa de la paz, sales de tu casa otra vez para trabajar.
Sales de casa sin hacerte un idea de lo que piensa o no de todo esto tu familia, total para que se lo vas a contar y si no te lo van a saber solucionar.
Sales del trabajo y notas que es agujero de la rutina te ha succionado por completo sin tan siquiera darte cuenta de que lo puedes cambiar.
El tiempo se te acaba y no sabes como parar ese cronometro de largas jornadas y pocos momentos de distensión te consumen la vida.
Sales un día y ya no tienes mas que tu cara de hombre gris, la que te ha dejado marca, la marca de tu ajetreada vida, ni has educado a tus hijos, te has divorciado de tu mujer y eres un solitario, un ser inerte que no sabe mas que apretar la tuerca e irse al bar el ultimo refugio de tus penas ahogadas.
Vida triste la de la Working Class, pero solo hasta donde queramos aguantar…
En una dimensión diferente
Bienvenidos a esta otra dimensión, donde las ideas y los pensamientos, van de la mano de experiencias vividas e historias de una ficción, de lo mas real.
domingo, 12 de septiembre de 2010
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