Largo tiempo pasado, largo tiempo robado de tu edad temprana,
floreciendo tan lejos de donde el calor te arropa, mirando la vida que a ti te toca,
pero no te dejes arrastrar, no te dejes llevar,
por el vil canto de sirenas de este corto amanecer en esta fría mañana.
Allí quedaron tus suspiros, lejos de un oído que los pudiera oír,
solos escondidos en tus pensamientos, quieren permanecer,
alejados del bullicio, alejados de esta orilla tan apartada de donde no se puede huir,
Faltaban las miradas, los focos que alumbrarán la salida,
lo que todos querían saber y nadie se imaginaba, lo que la vida ocultaba,
en un rinconcito perdido de la larga escapada.
Letras que lo dicen todo de ti, de mí y de todos, letras que hablan amor,
aunque la tristeza reflejada en algún momento apareció,
la alegría plasmada en negro en mera anécdota la convirtió,
ya que las alegrías para las penas son la mejor solución.
Los días pasan con una ceguera constante que no nos dejan ver,
lo bonito de tu sonrisa, la mirada que de cerca te gustaría mirar,
las cosas que pasan en la vida, el día a día de cada amanecer.
Ya llegó la hora de cerrar el bar de las palabras rotas,
las palabras que el amor me robó las que alguien algún día me negó,
la ventana que me alumbra tu presencia y que dice cosas,
ya llegó el momento de acabar de echar el telón.
Letras que lo dicen todo, letras con sentimiento y con razón,
Las palabras que no se lleva el viento,
alegría plasmada en blanco y negro sin perder el aliento,
letras que se quedan en tu corazón.
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