Día de lluvia en New York

Día 4.

El día que teníamos previsto ir a Central Park, apareció lloviendo, y ya no paro en todo el día, así que hubo que variar los planes, fuimos a desayunar al StarBucks de Time Square, donde quedamos con Oscar y Mabel después del cambio de planes, de allí nos dirigimos al Toys’ rus, y solo tiene una descripción, impresionante, una tienda de juguetes como la que vimos en España volvería loco a mas de un niño y a mas de un adulto, después nos dedicamos un rato a comprar souvenirs, y después nos dirigimos a la Biblioteca, donde estuvimos un ratillo conectados a Internet ya que es de los pocos sitios donde encuentras Internet gratis en la gran manzana.

Después como no, no podía faltar una visita a una tienda de electrónica, vamos a la tienda Best Buy, ya que tiendas de electrónica tipo las que hay en el puerto de BCN en New York hay muchas, pero no son recomendables, ya que lo que te compres allí no tiene garantía, de allí paseíto por la 5 avenida y fuimos a comer y a eso de las 3 de la tarde nos dirigimos a la compra de las entradas para ir a ver un musical.

Después de una hora de cola en las taquillas de Tickets de Time Square, conseguimos las entradas para ver Shrek el Musical, eso si con un 50% de dto., así que la cola, pese a ser bajo la lluvia, mereció la pena.

Y que decir del musical, pues que fue impresionante, los montajes de Broadway son alucinantes, los escenarios se mueven, y no me refiero a que cambia solo en decorado, no, el escenario se mueve, sube, baja, va hacia delante, hacia atrás, bueno es simplemente espectacular, y luego que decir de los actores, la música, el vestuario, todo es increíble, lo único que menos mal que cogimos un musical que ya sabíamos de que iba, por que si no, no nos hubiéramos enterado de nada, jejejeje, pero bueno he de destacar el papel del actor que hace Lord Farguard, ya que pese a pasarse toda la actuación de rodillas, baila y se mueve como si de verdad midiera 1m de altura, como todo el montaje impresionante.

Y del musical, seguimos la noche con música, ya que fuimos a cenar a un sitio llamado Stardust, el cual es un restaurante ambientado en los años 50, y en el cual los camareros cantan canciones en directo, y la verdad que estuvo muy bien, puniendo el punto y final a un día húmedo pero muy artístico.