Si no fuera suficiente con tener que aguantar cada día el desprecio, la soberbia, el poco raciocinio y el desencuentro general, lidiar con problemas que otros debieron resolver, o simplemente tener que sobrevivir dentro de este sistema laboral, si ya no es suficiente con eso, aun tengo que aguantar a personajes de la talla que ahora os relataré…
A mi gran amigo Hommer ya todos lo conocéis, pero su actitud no mejora y lejos de ser una persona centrada, propio de su edad, o de pensar en su salud y en la de los demás, se dedica a beber para olvidar, para olvidar este asco de vida con el que no ha sabido bailar, provocando en nosotros una autentica enfermedad, la llamaremos desconfianza por no darle mas calificativos que también se nos pueden encontrar.
Después viene el amigo Barney, otro ejemplo de una intolerable vida social, atropellado y absorbido por su propia mentira, actúa de manera deshonesta con la gente con la que se relaciona, y no contento con eso, que es lo que le da de comer, se dedica a emborracharse e ir así a trabajar, para luego tornarse en un gallito, que con los mas débiles se cree superar, aunque su valía como persona quede por el suelo tirá.
Y el ultimo en discordia, que a simple vista parece un pobre paleto repeinao y con pocos dotes para la dirección, que cuando le arrancaron de su placida Andalucía por el simple color del dinero, no pensó nunca en mimetizarse con su entorno, si no mas bien destruirlo o por lo meno hacerlo alrededor suyo, para construir una utopia imposible donde el fuera el rey, bajo su lema principal divide y vencerás y bajo un machismo irredento que de su tierra quiso exportar, incluso llegando a pisotear a gente, entrometiéndose donde la confianza no le ha dejado, en la vida de los demás, ya que los demás tenemos vida, cosa que dudo que el pueda atesorar.
A los tres les une lo mismo, una gran inseguridad, inseguridad en si mismos, inseguridad en los demás, a parte de un complejo de inferioridad que les hace ser aun si cabe mas peligrosos en sus decisiones o en sus acciones. Por no hablar de su machismo y xenofobia, parece mentira que personajes así tengan puestos de responsabilidad en ningún sitio, pero el problema aparece cuando en su tranquila vida de desorden perturbador, aparecen entes como nosotros que aunque mas jóvenes y posiblemente inexpertos, estamos lo suficientemente preparados, para ser mejores y actuar con mas profesionalidad que ellos, y eso les preocupa pero no les hace cambiar sus hábitos, ya que parece ser que lo tienen todo perdido, aunque ellos se sientan intocables.
Pero no se dan cuenta que las mentiras tienen las alas muy cortas, sobre todo cuando ellos mismo se encargan de acortarlas cada día un poco mas, aunque se piensen que andan en una burbuja, en su reino de nunca jamás.
Pero la pregunta es, cuanto tardaremos en estallar ante estos caricaturescos personajes que tanto mal nos están haciendo? Yo en algún caso ya he estallado, pero no es el camino, alguien hará algo para remediarlo o tendremos que estallar definitivamente para que las cosas cambien?, ya se verá, el universo sigue su curso, y un pequeño estallido siempre tiene onda expansiva.
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