Silencioso ruido

Lejos quedo ya el silencio, que nos rodeaba en el bullicio, ese ruido sordo que a veces nos resuena en los oídos.

Ruidos eternos de habladurías desmedidas, para hacer un daño desprendido de la más pura rabia, del rencor descolgada.

Sopla el viento y ya todo es un murmullo, un rumor de la brisa que acaricia ahora tu pelo, como las ondas sibilinas que nos trae el silencio.

Alejado de todo, encerrado en mi mismo, contemplo el tiempo pasado y lo que por el camino hemos perdido.

Lejos queda ya ese mundanal ruido, que atormentaba mi cabeza con quejas y lamentos de todo tipo.

Todo claro y preconcebido al albur de los falsos predicadores, que quieren guiar tus pasos por un camino sombrío.

Ya todo queda atrás, lejos de tanto ruido, ese ruido que nos alejaba de poder compartir nuestro destino, por fin se oye el silencio, el silencio de tus latidos.