Prioridades en la vida o maneras de ver las cosas, estos factores nos hacen variar nuestra actuación ante nuestras relaciones interpersonales.
Muchas veces solo hay que escuchar un poco para ver como la confianza, la creencia en que crees conocer a alguien o el propio egoísmo, te hace variar tu propia idiosincrasia a la hora de valorar un acto hacia otra persona, con la cual tienes una relación, sobre todo y ante todo cuanto mas próxima y verdadera es esa relación.
Hay veces en que creemos conocer a la gente, pero si esto es así, debería ser teniendo en cuenta la reacción, la manera de pensar y actuar del otro, cosa que dejamos, a veces, al propio destino. Y esto me hace pensar en que, conocemos bien a nuestros amigos, sabemos cuando anteponer nuestros intereses ante los de los demás, sin hacer daño a nadie?
Yo tiendo a valorar, en este tipo de situaciones, la reacción de los demás, en otras más nimias, no, pero para eso tenemos que ser lo suficientemente maduros, para saber valorar en cada situación cual debe ser nuestra actitud ante la vida.
Hay gente que de por si no hace ese tipo de juicios de valor, puesto que le da igual o puesto que sabe que la reacción hacia si mismo no va a venir rebotada, según a la persona que se dirija.
En definitiva todo esto viene a decir que quizá si todos valorásemos igual a nuestras amistades, aunque sea difícil, quizá tendríamos más quebraderos de cabeza, pero quizá todos seriamos más felices, y las relaciones interpersonales se relativizarían más.
En una dimensión diferente
Bienvenidos a esta otra dimensión, donde las ideas y los pensamientos, van de la mano de experiencias vividas e historias de una ficción, de lo mas real.
lunes, 7 de septiembre de 2009
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