Frigiman contra El revienta escotes

Una noche, en una discoteca cualquiera de una gran ciudad, BarnaCity, un grupo de chicas se divertía y jugueteaban con los hombres a su antojo, era un lugar de gente guapa o eso se creían, lugar de moda donde las risas, la música y el desenfreno fluían, sin ocurrir aparentemente nada fuera de lo normal.

De repente en la disco irrumpió un tío cachas, parecía un armario ropero, todo despechugao y que además no tenia ni un pelo de tonto, su cara irradiaba seguridad, sonrisa profident y muy seguro de si mismo, era una mezcla entre Darek y Kiko Matamoros, aunque su estatura no superara la media. Las tías caían rendidas a sus pies como si las hipnotizara. Un estallido de escotes, ocurría a los pocos milisegundos de que las chicas le rodearan, y ellas entre patidifusas y atolondradas, se tapaban como podían sus más o menos generosos canalillos.

Cual pañuelos de papel, el susodicho iba dejando un reguero de damiselas a su paso, por no hablar de los botones y restos de telas que había en el suelo a causa de el repentino estallido.

Mientras tanto en un pequeño apartamento de BarnaCity, Frigiman, bajo su identidad secreta del informático Salva, se peleaba con la PS3.

“Joder por que no harán mas fáciles estos juegos de guerra… con lo fácil que es resetear para solucionar cualquier problema” pensaba en voz alta mientras trataba de matar nazis en el Call of Dutty.

De pronto una alarma saltaba en su portátil, “Maldita sea quien será quien me molesta en estos momentos de tan desesperada lucha”, alguien trataba de hablar con el a través de facebook, se dirigió hacia el ordenador y vio que era un mensaje de su inestimable amigo Thinks, el cual le mandaba un mensajito tocagüevos, a razón de la paliza que le había dado el CapitalCity al CuleCity, el equipo de Frigiman, en el clásico estatal.

“Peazo de cabrito que estas hecho Thinks, ahora estaba en lo mas emocionante de la partida como para que tu vengas ahora con estas milongas” le dijo a su amigo que seguía incordiándole en la red.

Minutos después de su estupida discusión de por que había merecido ganar su equipo, oyó la frigi llamada, la alarma de su nevera había comenzado a sonar, era la señal inequívoca de que alguna hermosa dama estaba en apuros en manos de algún gañan.

Y así era “El revienta escotes” se había fijado en el grupito de chicas del principio, y una de ellas lanzo la frigi llamada, “Frigimaaaaaan!!!! Ayúdanos”, y así fue como Frigiman se enfundo en su traje azul y rojo y en pocos segundos, en su fiesta se coló.

Cuando “El revienta escotes” se quiso dar cuenta, tenía marcado en varias zonas de su fornido cuerpo el látigo ratón de Frigiman, y no tuvo mas remedio que irse con el rabo entre las piernas, nunca mejor dicho, fuera de aquella discoteca.

Y una vez mas Frigiman salvo a las chicas, del gañan de turno, y fue él, el que pudo reventar algún escote o braga en su defecto, pero sin coacción, solo a modo de gratitud y recompensa.