Hola Señor!!

Que pasará por la retorcida mente de un niño cuando se cruza por la calle contigo, conmigo, veinteañero o treintañero que estas en la flor de la vida, y te hace la recurrente pregunta de ¿hola señor, me podría decir la hora?, hola señor?, como que señor?, niño me parezco a tu padre?, te preguntas en lo mas profundo de tu estupefacta consciencia, la verdad que no se como tomármelo, si como una exaltacion de la educacion infantil o del respeto hacia tus mayores, aunque viendo al nivel de capullo y falta de respeto que muestran esos mismos niños cuando tienen 12 o 13 años, o como que te estas haciendo muy mayor y tu no te has dado cuenta, así que eso te hace plantearte una serie de cuestiones que quizá hasta el momento no te hayas planteado, como… joder me hago viejo?, o no me cuido lo suficiente?, no la verdad que te plateas ideas no muy reconfortantes, pero la verdad no creo que sea un problema de edad, mas bien de apreciación y de elesticidad a la hora de mezclar educacion y sentido de la percepción.
Antes cuando nosotros eramos niños se nos educaba en el respeto a los mayores por encima de todo, y después el miedo a otros estamentos cívicos, como curas, guardia civil y demás puestos de interés de las personas mayores, sin discernir en la actitud de la persona mayor a la que te enfrentabas, todo esto inducido por la represión anteriormente vivida por nuestros padres. Después conforme nos íbamos haciendo mayores y conforme nuestro país iba ganando en libertad, nuestra actitud fue cambiando, aunque sin perder esa educción hacia la persona mayor, hacia tus educadores (en el colegio e instituto), pero ya pudiéndote tomar licencias de tuteismo, con personas mayores que tu, hasta llegar al punto de hoy en día, en que relativizas mas este tipo de cosas y ofreces tu respeto a quien verdaderamente se lo merece.
El problema del niño de hoy en día es que esta perdido, ya que los valores inculcados por la generación justamente anterior a la nuestra,o sea sus padres, no a sido del todo equilibrada, como la nuestra, pero al no mantener criterios fijos propios de la época que les tocó vivir, muchos cambios en poco tiempo, hace que los niños no tengan decidido un perfil adecuado de comunicación con el resto del mundo, pero sinceramente creo y confió que esto no nos pasara a nosotros con nuestros hijos.
O eso espero.