Hacia el otro lado

Frustrado por la vía del artículo 33, cuando la crisis ya no puede ser la excusa manida, navego últimamente en aguas turbulentas sin saber cual es el rumbo correcto a seguir en esta travesía.

Mis enfados, mis problemas y demás devaneos con mi ética, son nimiedades, a ojos de altas esferas, no les preocupa lo mas mínimo el bienestar de la gente, y me estoy empezando a portar mal.

De momento, como si de un estadio de bipolaridad se tratara, lo voy capeando, pero y si se apodera de mi el lado oscuro? ese lado oscuro que todos tenemos y que en algunos casos, esta mas a flor de piel y en otros reprimido, pero latente, esperando que alguien derribe la puerta tras la que se esconde.

No se, me empiezo a plantear situaciones que ya he vivido y que me han llevado a tomar un cambio de aires, pero no lo quiero, ya que estoy a gusto en mi rutina laboral, por controlada y por lo que me aporta, pero me agota psicológicamente.

Esto es como una carrera de fondo o una escalada, en la cual por bien que lo hagas o por mucho que te esfuerces, en algún momento te caes y te es mas difícil levantarte que al que no se ha esforzado.

Se me agotan las fuerzas para luchar contra ese lado oscuro, y quizá sea mejor que me arrastre al prosaico mundo de la desgana y el zanganeo constante, total el agujero por donde se escapan las ganancias, va a estar siempre en el mismo sitio, y nadie se va a molestar en taparlo y menos el que lo pude hacer, así que, para que preocuparse?