Muchas mañanas cuando voy hacia el trabajo, intentando despertarme muchos días cuando voy en el coche o en la bici, me fijo en la cantidad de tíos jóvenes y mayores, trajeados con sus trajes de diferentes tonalidades grises, camino a su puesto de trabajo, que seguro están funcionarial, que ni siquiera les interesa lo mas mínimo lo que hacen allí, pero que es lo único que hacen y en algunos casos, se me antoja que son tan aburridas sus vidas que están mas a gusto en su trabajo que en casa.
Yo los llamo los hombre de gris, y no tiene nada que ver mi afirmación con la peli “Men in Black”. Los denomino así, ya que su cara me denota una vida tan gris y plana como sus trajes.
Chicos jóvenes y hombres mas maduros, que tienen una actitud como de altaneria, por llevar un traje y unos zapatos baratos, y por que trabajan sin tener que doblar el espinazo, pero que se le nota en la cara que no tienen ningún aliciente en la vida.
A menudo cuando me cruzo con ellos cuando voy en bici te miran por encima del hombro como diciendo, mira el pringado ese en la bici, y entonces es cuando me da por pensar en este tipo cosas.
Cada día hay mas, ya que algunos trabajos son como estar sentado tras una ventanilla poniendo sellos con un tampón, pese a tener la carrera de empresariales, y es triste que no se sepa enseñar a este tipo de gente a crear un poco de incentivos en su vida laboral, o mejor dicho en su vida rutinaria, ya que estoy seguro de que pasan mas tiempo en el trabajo que con su gente, bueno eso como casi el resto de los mortales, en edad de trabajar, pero bueno, como la cara es el espejo del alma, a ellos se les ve que la tienen tan poco animadas y coloridas como sus trajes.
También suelo definir así a los directivos de las empresas, con sus caras de estreñidos y su actitud más o menos igual, que fanfarronean de coche y luego si tienen que ir a comer fuera, van y se compran un bocata, no vaya a ser que se gasten mucho de sus abultadas carteras.
En fin triste vida la que solo la vives para dedicarla al trabajo y en la que aun ganando mucho son unos garrepas de cuidado y no disfrutan de ello.
La mayoría de veces te das cuenta que ser pobre no esta tan mal, sobretodo si tengo que pagar un precio tan alto por ser adinerado, que es el volverme un tío gris.
En una dimensión diferente
Bienvenidos a esta otra dimensión, donde las ideas y los pensamientos, van de la mano de experiencias vividas e historias de una ficción, de lo mas real.
viernes, 30 de abril de 2010
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1 comentario:
Albertico, yo trabajo en un un edificio muy gris, eso si, tiene un punto rojo en medio y no es japón, o si, jejeje.
Un abrazo
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