Cuando tu sonrisa se funde con la profundidad de tu mirada, es para mi toda una alegría, y recuerdo cuando te miraba y sonreías, en ese mayo de primavera estallado.
El negro de tu pelo y el dorado de tu piel, bañado por el sol, se llevo mi corazón a climas más templados, ya que venia del glaciar del abandono, tan frío y a la vez tan claro en sus pretensiones, algo a lo que no estaba acostumbrado.
Cuando me iluminaste el camino, no dude en seguirlo y dejarme llevar por el tibio manantial de tu cuerpo. Un roce de tus dedos me producía una sensación eléctrica que recorría todo mi cuerpo, y me atrapaba en el magnetismo especial de tus aires, de seria y dura fachada.
Cuando encuentras ha alguien así lo menos que puedes hacer es conservarlo para toda la vida y eso es lo que intentare continuamente.
Aunque nunca sin olvidar como fue el principio de todo, pero sin echarlo en falta, ya que como con el tiempo todo mejora y cada día eres como ese vino que gana con el paso de los días.
Lo mas bonito fue encontrarte y lo mejor fue que te quedaras…
En una dimensión diferente
Bienvenidos a esta otra dimensión, donde las ideas y los pensamientos, van de la mano de experiencias vividas e historias de una ficción, de lo mas real.
miércoles, 21 de abril de 2010
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