Cosas que engordan

La verdad que después de un día en que he estado un poco en las nubes, y que además ya llevaba un par de días sin escribir, creo?, en fin, que esta tarde después de doblarme una buena montaña de ropa y poner una lavadora, he podido salir un ratito a la terraza, a disfrutar del tibio sol de mayo, que ya no es tan tibio, pero bueno a las horas que estoy escribiendo esto, ya es bastante tibio, por no decir tenue.

Pues eso, que he decidido acabar el día escribiendo sobre algo que me ha venido a la cabeza, algo que en estos días de operación bikini esta muy de moda, las cosas que engordan,o mejor dicho, las cosas que no engordan, para así mantener la línea, pero eso es difícil, verdad chicas?

Pero la tentación os puede, y a nosotros también, pero hay una diferencia, a nosotros nos puede cuando vosotras nos tentáis, o no? O me vais a decir que cuando vuestra novia, mujer, amiga o folliamiga, se va pa la cocina y aparece con una bolsa de patatas, o derivados, y se sienta a vuestro lado, que no os da ganas de comer, y luego son ellas las que dicen “de esto luego me arrepentiré”, o “me estoy engordando”, tía pues no comas guarderías, tan sencillo como eso, pero no la tentación las puede. Y si comienzan un dieta acabaran por pasar de ella o seguirla a su manera, y luego te echaran la culpa a ti de que no cumplan el régimen.

Vamos que parece ser que la mítica frase de que “todo lo que me gusta, engorda o esta prohibido” va a ser verdad, después de todo, aunque mas para ellas, que para nosotros, y por que afirmo esto así?, pues muy sencillo, por que a nosotros no nos afecta, como por ejemplo, el ir a la playa y tener michelines pues la verdad bonito no queda, pero es que es lo que hay, no podemos hacer nada contra las deformidades que aparecen con la edad en el cuerpo de un hombre, fijaros que es así que a un amigo le han salido músculos hasta en la calva, quizá por eso ponga esas caras raras en las fotos… en fin, que ni tan claro, ni tan calvo…, y que bien es verdad, que algo que a una tía le engorda con solo mirarlo, un tío se tiene que hinchar de ello para que se le vaya al michelín, menos la cerveza que a lo tíos nos ataca seriamente en la zona abdominal.

Y que también es verdad que si un tío coge una rutina de hacer deporte durante la semana, pues la sigue, mas o menos a rajatabla, bueno y si su chica le deja, claro…, pero las chicas no sois tan constantes y eso tiende a ir en contra vuestra.

En fin que cosas que engordan hay muchas, pero lo que no puede ser, es que todo lo que le ofrezcas a una chica, de comer me refiero, te pueda soltar eso de “no que eso engorda”.

Imaginaros por un momento que vais y en un alarde de generosidad, le compráis una caja de bombones a una chica, y te suelta la frasecita “con lo que esto engorda”, vosotros que se lo habíais comprado con todo el cariño y por que no pensando que si no se los comía ella ya os lo comíais vosotros, como te quedas? Pues como te vas a quedar, tu te quedas ahí, como raro, como un pobre perrito arrinconado en una esquina, pelao de frío, lloviendo y con carita de pena, como a veces se pone mi Arwen cuando quiere darme pena pa que la de algo de comer, que parece que diga “ay payo, dame argo” pero con cara de cocker con pena, vamos que te quedas chafado.

Y entonces te dan ganas de decirle, “que engorda, que engorda, yo te iba a dar a ti algo que si te iba a engordar de verdad”, pero no se lo dices y directamente pasas al ataque a ver si de verdad lo consigues, intentar engordarla claro, pero con 20cm de carne en barra, que los bombones ya se los comerá luego, pero claro, para eso ellas no son tan débiles ante la tentación, a ver si va a ser que no les tentamos, bueno será cuestión de ponernos cansinos.