Vuelta a la rutina
Lucia había vuelto ya de Cádiz, y las cosas en Madrid no iban demasiado bien. Juan, su pareja, estaba cada día más raro, recibía llamadas a horas intempestivas y su manera de ser, últimamente no era del todo normal, su agria actitud, la estaba condenando.
Menos mal, que al menos se había vuelto a encontrar con Hugo, algo que la daba alas para escapar de la oscuridad que poco a poco la iba cubriendo en su vida personal.
Como cada mañana, Lucia se dirigía la oficina, y estando en el metro tuvo la sensación que alguien la seguía, pensó que eran solo imaginaciones suyas, pero claro después de lo vivido en Cádiz, ya no sabia que pensar, así que pensó en variar su rutina habitual, se bajo dos paradas antes de que le tocara, y recorrió un largo trozo de la Castellana, parándose en un bar a desayunar, antes de llegar a sus oficinas que estaban en las torres Picasso.
Efectivamente la estaban siguiendo, el mismo tipo que había visto media hora antes, en el metro con pintas de investigador privado cutre, estaba al otro lado de la calle cuando salió del bar. Muy disimuladamente hizo como si no lo hubiera visto y prosiguió su camino hacia la oficina.
Después de un día de trabajo normal, con todo el camino allanado, gracias a su trabajo en Cádiz, ese día Lucia salio de la oficina con la idea de volver a pasarse por el Retiro para sentarse a disfrutar de la tarde, como si estuviera esperando a Hugo, cosa que hacia mucho tiempo que no hacia, pero que la ayudaría a descolocar un poco a su perseguidor que como no la estaba esperando a la salida del trabajo, tras un periódico. “que tío mas cutre” volvió a pensar Lucia, que ya no sabia si seguir con sus planes o ir a enfrentarse con el individuo, que parecía el inspector Gadget, con su gabardina y su sombrero a lo Humphrey Bogart.
Lucia llego al parque y se sentó donde siempre, donde había conocido a su amor platónico, y donde algún día querría volver a compartir con el. El tipo había desaparecido, así que después de pensar un ratito en lo bien que había estado con Hugo en Cádiz, decidió volver a casa.
Juan, esa semana llevaba el turno de noche, así que solo coincidían un rato por la tarde, así que Lucia apuro al máximo su llegada a casa, ya que no le quería ver mucho rato, ya que no le iba a contar su rara historia de persecuciones que llevaba viviendo desde hacia una semana, para no acrecentar la mala uva de su compañero, vamos quería verle lo mínimo imprescindible para desearle una feliz jornada de trabajo y poco mas.
Cuando llego a casa este no estaba, le había dejado una nota en la que la avisaba que se había ido antes por que tenia que hacer unas gestiones y que como parecía ser que tenia que doblar turno, por la mañana cuando ella se fuera tampoco estaría.
A la mañana siguiente cuando se despertó, Lucia se puso a rebuscar en su bolso, la nota que Hugo le había hecho llegar en Cádiz, para recuperar el número de Móvil y poder llamarlo para contarle lo último que la había ocurrido.
Una vez lo encontró hizo la llamada y después de hablar con Hugo, aunque feliz por escucharle de nuevo, su cara mostraba un rictus demasiado serio y preocupado, esa mañana Lucia salio de casa triste y apesadumbrada, pensando que lo que Hugo le había dicho no podía ser cierto.
En una dimensión diferente
Bienvenidos a esta otra dimensión, donde las ideas y los pensamientos, van de la mano de experiencias vividas e historias de una ficción, de lo mas real.
miércoles, 9 de junio de 2010
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