En una dimensión diferente

Bienvenidos a esta otra dimensión, donde las ideas y los pensamientos, van de la mano de experiencias vividas e historias de una ficción, de lo mas real.

jueves, 24 de junio de 2010

Un Cuento de San Juan

Cuando me vi en aquella terraza, me vi como trasladado en el espacio y en el tiempo, era como si estuviera en la casa de mi abuela Milagros en el pueblo, en fiestas, oyendo la música, mirando al cielo, que en aquella noche aunque era clara, solo se diferenciaba del cielo que podría ver si estuviera en Extremadura, en el color y en la falta de estrellas, pero que tenia los resplandores de los cohetes que estallaban incesantemente en toda Cataluña y en la zonas costeras de todo el país.

Noche de meigas, de solsticio de verano, de hogueras, de conjuros, cocas de San Juan y muchas historias de ancestrales tradiciones.

La gente estaba animada y no parecía importar mucho que la mayoría no se conocieran de nada o se hubieran conocido aquella noche, normal la mayoría de nosotros nos hacemos querer, como me dijo Miguel, el ambiente era genial…

Como todos los años en el día de la verbena de San Juan, es un día raro, ya que es la víspera de un día de festivo solo en algunas comunidades autónomas, hace que todo sea un poco raro.

Después de un día de trabajo raro, y de haber compartido una buena sobremesa con tres buenas amigas, llegue a casa con la sensación de tener pocas ganas de fiesta pese a saber que ya lo tenia todo organizado, tenia una sensación agridulce, quizá por mis prejuicios o por mis ideas preconcebidas, la cuestión era que no estaba muy fino, menos mal que después de unos minutos de sueño y relax, todo comenzó a cambiar.

Cenando con varios de nuestros mejores amigos, charlando y disfrutando de los estruendosos petardos que explotaban a nuestro alrededor, salió el tema que nuestras mujeres no entendían, que era nuestra comprensión por los niños petarderos, ya que en algún momento de nuestra infancia nosotros también fuimos así de pirómanos.

Una vez levantamos el campamento, nos dirigimos al metro para ira a la fiesta de inauguración de casa del Jaume i la Alicia, el metro estaba casi lleno y mas se fue llenando con el paso de las estaciones, había gente de todo tipo, posiblemente muchos se dirigían a la playa, por lo atavíos que portaban y otros a las fiestas que poblaban la ciudad. A saber si algunos de los que se dirigían a la playa, serian victimas de la pesadilla de la noche, de la cual nosotros no supimos hasta que llegamos a casa.

Cuando salimos del metro en Passeig de Gracia, me dio la sensación que iba paseando por alguna de las amplias calles de la 5ª Avenida, como había hecho el año anterior, al ver a una pareja de turistas andando por la ciudad en una noche como esa.

Vimos la luna reflejada en uno de los edificios acristalados que flanqueaban la diagonal, nos impresionó a todos, lastima que no inmortalizamos ese momento con una foto, y no seria por cámaras, ya que cada móvil tenia una.

Después de llegar a la calle donde estaba la casa de nuestros anfitriones, una calle estrecha mas propia de un pueblo que de una ciudad, típica calle del barri de Gracia, nos equivocamos de puerta y nos metimos en una escalera carrito en ristre, teniendo que recular para adentrarnos en la fiesta de San Juan que nos tocaba este año.

Estando en la terraza, quizá cuando estaba añorando un poquito la fiesta en la playa, cuando miraba a mi alrededor rememorando otros momentos, a esa hora ocurrió la pesadilla, un tren segaba 12 vidas en Castelldefels, por la imprudencia de la gente, y nosotros ajenos a todo ello pasamos una magnifica noche.

La noche acabo en la calle entre los amigos mas íntimos, entre las proclamas trasnochadas de los catalanistas de boquilla, por ser simples marionetas de organizaciones sindicales prostituidas y por ser manejados hacia manifestaciones por decreto ley, que habían organizado la fiesta popular que acababa al son de Bola de Drac, Oliver y Benji y el chaval de la Peca, y como no, tirando petardos, reviviendo nuestra mas tierna y pirómana niñez.

Mi estado cuando llegue a casa era bastante etílico-festivo-cansado, en fin que fue entonces cuando me entere de lo de Castelldefels, la pesadilla de una noche mágica, que normalmente, no tiene más complicación que algunos quemados o dedos amputados, pero no fui consciente de la tragedia hasta esta resacosa y soleada mañana.

Un buen San Juan aunque teñido de luto, pero especial por lo sentido, recordado y vivido, ya que todo cuento tiene su lado mágico y su lado malo, y este no podía ser de otra manera.

No hay comentarios:

FreeArt Halloween

FreeArt Halloween
Los baby Adams de la RodriReyes Family

Mi equipo

Mi equipo
Juvenil Penya Esplugues

FreeArt

FreeArt
Plastificado

FreeArt

FreeArt
GrafittiFashion

FreeArt

FreeArt

FreeArt

FreeArt
Castillo

FreeArt

FreeArt
Campo de Extremadura

FreeArt

FreeArt
Rupestre

FreeArt

FreeArt
Amanecer incierto

Con la Roja

Con la Roja

Las Visitas